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La mujer pembote
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2 comentarios:
Estuve a pie de cama de un familiar muy enfermo durante un mes largo y me hice amigo de Paul Auster. NO he vuelto a leerlo. Me pasa que pienso en el hospital, en el familiar y no hay manera de leer con placer... Me dan miedo los hospitales. No quiero volver a perderme un autor por gastarlo, entre comillas, en una habitación de hospital. Es errible.
Ana
Mucho que no venía por aquí, y me alegro de la vuelta.
Yo, ahora leo a cuenta gotas, agobiado por diversos temas. Pero a veces, oigo los susurros y los gritos de los libros que tengo abiertos y que me dicen que están a mi disposición. Miro de tocarlos para tratar de acallarlos.
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