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Dios me habla en bebop, me habla en sonetos, me habla en alta definición. Poseo la sensiblidad pertinente para apreciar esos susurros divinos. Los percibo con absoluta nitidez incluso aunque preste poca atención. Hay días en los que estoy verdaderamente cansado, días en los que poco me conforta y casi nada me parece relevante y sin embargo, a pesar de esas adversidades, noto que Dios está a mi vera, tutelando mi ingreso en el sueño, conduciendo mi yo zaherido hacia la dulce armonía del cosmos.
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5 comentarios:
Comentario en Barra.
Van Gogh decía que cuando quería ver a Dios, pintaba estrellas. Los místicos, en su arduo ascenso hacia la contemplación de Dios, tomaban como primer escalón el disfrute de la naturaleza, de todo lo creado, como goce indirecto que te conduce a su creador.
Tu vía espiritual es también la contemplación de lo bello, el júbilo festivo de la música, acariciando tus oídos. Feliz festín, amigo.
Festín sencillo, Ramón. La belleza requiere poco adiestramiento. Como la fe, para quien la profese. Llega, se queda.
Me acabo de agenciar un Galaxy II de Samsung y he mirado por dentro y por fuera... ¿está también Dios en mi Samsung? Responda en breve. Tengo un par de semanas para descambiarlo...
No está ud contestador en verano, no, caballero?
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