Hay días en los que uno se levanta George Kaplan.
11.8.11
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7 comentarios:
Te entiendo,amigo.Hoy precisamente me he puesto lo que creía que era mi ropa y me estaba muy pequeña,como el personaje de la película cuando se pone la ropa de Kaplan,lo cual quiere decir que la realidad siempre es más pequeña que la imaginación.Suena un avión en el cielo de mi ciudad que no para de dar vueltas...
Un fuerte abrazo.
Lo fantástico de los símbolos es que pueden leerse de atrás hacia adelante o de arriba hacia abajo o mirandolos en perspectiva o incluso sin ella. No iba mi Kaplan por el hilo que has planteado, Francisco, pero estaba también, ahí escondida, esa versión de la historia. El día Kaplan, amén de trajes grandes o pequeños, es el día en el que un avión te persigue y corres por un páramo. Día páramo con dosis de thriller. Algo así. Sigo críptico: más leña al pequeño fuego.
Viendo a Kaplan, al inmortal Kaplan, pienso en una barbaridad: en el avión va el Papa, que quiere evangelizarlo. Creía que era un chiquillo al que podía engañar. No tengo ganas de que venga el santopadre, no tengo ganas de que venga el santopdre, no tengo ganas de que venga el santopadre, y así ad infinitum que diría santo tomás de... aqui-no... a otro sitio. No en mi casa, con mis impuestos. Lo siento, Kaplan. Disculpa
por el arrebato que no tiene mucho que ver con tu escrito, pero así son las cosas y así salen de vez en cuandito...
Ultimamente estoy como Kaplan. por que a mi me pregunto. Sólo que mi Eva Marie Saint no se encuentra en un tren ni tiene de amante a un jefazo.
Kaplanizado hoy yo, sr. Calvo. Como nunca estuve. No me entra la ropa del armario, no me conoce mi mujer, no me miran mis hijos, Creo que no soy yo mismo sino Goerge Kaplan. Saludos. Gracias.
El calor kaplaniza también lo suyo... Va uno zombi total, de un sitio a otro, sin saber qué hacer, sin cabeza...
Kaplanizados todos
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