No son los ojos de Bette Davis y admito una sesión de photoshop para encontrar ese punto hipnótico que conduce a quien ve la fotografía al lugar al que el fotógrafo se le antojó que debíamos estar. Ahí estamos. Parroquianos de la belleza. De un tipo de belleza limpia como pocas. Dicen que la fotografía habla del secreto de un secreto. Lo leí en algún sitio. Lee uno tanto y anda tan corto de memoria últimamente. Me quedo con la instantánea. No me gusta la palabra. Instantánea: parece cacao en polvo. Después de este regalo óptico que me doy sí que cierro definitivamente el blog y les digo a todos ustedes que pasen una noche muy feliz. En mi pueblo, en Lucena, sigue lloviendo a lo bruto. Nada que haga parpadear a la modelo.
.
.
4 comentarios:
¿Qué cierras?, cerrado por fiestas, ¿existe vuelta?. No deberías...
Magnifica foto, cristalina, después de esto no me hago ni una foto mas hasta que se me nuble la imagen de Audrey
No soy capaz de Cerrar, ex-compi. Decirlo es una cosa; hacerlo, otra. Ganas dan, de vez en cuando. Pero hay compromisos. Con uno mismo, tal vez. Lo de la foto es antológico. Qué ojos. Sólo esos ojos justifican todo el blog. Feliz Salida de Año. Feliz Entrada del Otro. Besos.
Joder con la niña, que ojos. Sí que vale un blog entero. Saludos sinceros desde Cádiz. Luis María.
Te voy dejando huellecitas en todos los posts. La carita de la Tatú, siendo mujer y con las ideas claras como las tengo, me pone. Es una cosa, pero estamos en el cine, en las pelis, en las mentiras. Lo de los ojos, es verdad. Photoshop 3.0 por lo menos. Ana
Publicar un comentario