En España, a cuenta de la tradición o al amparo de alguna distorsionada versión del folclor popular se cometen en ocasiones tropelías que en otras circunstancias, en otros países o bajo la tutela de la cordura ética serían delito, acto punible. Como aquí la definición de delito se reescribe casi a diario, las tropelías se cometen a tutiplén, se presume de ellas y hasta buscan patrocinador que las justifique y haga caja del expolio moral. En España existe la matanza del toro de la Vega: una facción sublevada de la razón que alancea un toro y lo termina matando, un gremio de exaltados que se aferran al terruño, al árbol genealógico o al tirón de la sangre para acometer un barbarismo que no tiene defensa alguna salvo las que el feligrés de la causa estime conveniente para dormir en paz y dar cuartelillo a sus ensoñaciones bastardas. Cruel hasta el desmayo óptico, en la fiesta de marras, con la anuencia del mando en plaza y jaleado todo por el desquicio popular, ebrios de alcoholes y adrenalina, matan con la semiótica del delirio más desbocado. Y lo cuelgan en youtube y lo dan en primetime en televisión. Los afines lo subliman y los reacios lo lamentamos. Y la autoridad, ay, no entra al trapo. Pasa en Tordesillas, en estos días, pero no es privilegio de esa villa. Ni sólo en ella se acometen estas barbaries.
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7 comentarios:
Eso de conservar tan bárbaras tradiciones sólo significa que por mucho iPod, portátil y coche fantástico que utilicemos no hemos evolucionado. Seguimos siendo unos cafres (siempre me pregunto quiénes serían los cafres que tan mala fama tienen).
Me da lo mismo una corrida de toros que un toro corrido por las dehesas a base de lanzazos. Nunca podré reconocerme en esos espejos.
Un beso grande.
Nuestros instintos, lamentablemente, aún nos definen.
Tener toda la razón del mundo no es suficiente para nadie. Una lástima.
Un saludo
El instinto, la barbarie, que siempre encuentra un cauce por donde sobrevivir cuando la razón la acecha, Isabel, Anntonio...Todo muy doloroso y muy díficil de atajar. Por lo menos en este paisito.
Cafres, debería estar penado, pero el estado no tiene valor para estas cosas. Un periódico, Público, no mete toros ni boxeo en sus textos. Ni una sola palabra. No son el periódico "number one", pero ese detalle...
Saludos.
Buen texto el tuyo.
Juan
Interesante blog, me agradó llegar y leerte . Todo super interesante. Volveré, si me permites. Un abrazo desde Córdoba-Argentina.
Me gusta, por partes, Público. Tiene un concepto de pèriódico distinto a todos los demás. A todos.
Lo de quitar toros y boxeo me parece perfecto, aunque el boxeo ha dado al cine paginas memorables. No tenemos mentalidad americana. Será eso, Juan. Saludos.
Por supuesto que te permito regresar. Es tu casa. Siempre. Somos cordobeses ambos. De orilla a orilla, lejos, pero paisanos en eso, en la palabra que nos une. Saludos.
Gozar con el martirio de un animal "no racional" es lo que nubla el argumento del "ser racional". No lo comprendo. Me tapo lo ojos. No quiero verlo y no lo hago. ¿Es esta la solución?
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