16.3.07

Otra de Borges






Contra la opinión de que escasas memorables caben en la vida de un hombre, están los libros, ese tesoro inagotable, esa fuente infinita de júbilo durmiente. Y aquí está quien cuida de ellos. El Bibliotecario Supremo, el Celador de sus páginas. Él está siempre que se abre un libro y se oficia la liturgia sublime de la lectura. " No me jacto de los libros que he escrito... "

1 comentario:

Anónimo dijo...

sino de los que he leido ....
Yo recientemente Juntacadaveres de Onetti y un ensayo sobre la conveniencia de perder la tutela cultural de los EEUU en la cosa del cine y todo eso de un tal Hegwood.
Muy sabroso todo.
Un saludo. Enhroabuena por la página, caballero.

La gris línea recta

  Igual que hay únicamente paisajes de los que advertimos su belleza en una película o ciudades que nos hechizan cuando nos las cuentan otro...