La voz en off informa de que vivir acaba siempre cobrando su tasa. Que la mística la dicta, bajo estricta supervisióon de un gabinete de mercadotecnia , un holding con sede en Silicon Valley. Que la Historia es un apaño para ilusos que quieren leer que todo tiempo pasado fue necesariamente peor. Que toda verdad cela siempre un amargo regusto a derrota. Que, huidiza, la tarde invita a perdernos en el tacto breve de un cuerpo cercano e íntimo, pero ay, infelices, luego, en un descuido de amantes novicios, el dolor cuaja su índice de pesares en la piel, escribe sin impedimento su crónica triste y el tiempo, manso, espera a conducirnos sin estrépito, sin entusiasmos, al centro mismo de su perversa causa, a su secreto metal cabrón.
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