1.3.07

De dos poemas

I
"Amigos, ya lo veis, pasan los años y parece que siempre sigan las cosas como el primer día. Nos hemos reunido muchas veces en extraños cafés, en tu casa, en la mía. Hemos hablado largamente, redactado pasquines hasta el alaba, discutiendo el problema, y siempre creemos que esto acaba, que el higo está maduro, y muchos apuntado acenas, no sé, dinero a que antes de fin de año cae la breva, y siempre hemos perdido. Así, sin darnos cuenta, etnre reunión y papeleo oscuro, entre miedo y registros y porfía, hemos envejecido poco a poco, paseando de la calle a la oficina, del calabozo al fútbol y de la espera a la melancolía. Sin embargo, yo os digo que tenemos razón, que la cosa está que ardel y que vale la pena continuar porque algo está ocurriendo, algo sucede en este espeso ambiente: ellos también están cansados, gritan y cantan para no admitirlo, mas la camisa no les llega al cuerpo y duermen mal y toman pastillitas, ponen el dinero en Suiza y en Australia, y no saben, no saben que el peligro está cerca, muy cerca, no en Cuba, ni en Angola, sino en su casa, en medio de sus hijos, en la oficina y hasta en las iglesias porque la historia avanza con el paso implacable de hombres como vosotros, que creen en la vida, y que por eso mueven el mundo sin pegar un tiro"
Algo sucede, JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO, 1966
Franco murió nueve años más tarde.

II
"No miren aquí, todo son libros. Creo que ustedes se confunden. No es entre papeles ni en la mesa donde pueden hallar algo escondido. Eso tan sólo son poemas, versitos, letra muerte. Nada hallarán, les digo, que no pudiera estar en cualquier casa de la ciudad. No sigan, por favor, me da pena verles perder el tiempo. ¿ Cuánto cobran ustedes mensualmente ? No, nada, pensaba en lo que vale este registro. En fin, ya son las tres, ¿ qué esperan encontrar ?. Es tristísimo. Sí, de acuerdo, retiran lo que deseen. Vamos abajo, pues. Aguarden. Olvidaba el abrigo. Adiós, mujer, no pongas esa cara. Te digo que están equivocados. Son sólo unos poemas, tonterías. Vete a dormir, es tarde, no me esperes. Yo regreso ahora mismo."
Orden de registro, JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO, 1963
Los registros acabaron doce años después, aunque tal vez no fuera enteramente así.

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