26.5.07

Jazz con caracolas y pequeños peces muertos


Echo de menos esa hora inglesa en la que los paseos marítimos son un vértigo de adolescentes y el olor a coppertone descansa en la luz como un pájaro en el alambre.
Días de malta, lúpulo y la pereza justa para no soportar el peso dulce de las toallas al hombro.
Días felices de rojo astillado. Libros al borde de la tumbona.
Frederick Forsyth, que es una deuda con mi fondo bibliográfico. Augusto Monterroso. Julio Cortázar. Edgar Allan Poe, cuyo gótico de fantasmas, acantilados reventones de leyendas y cuervos que hablan no matrimonian con la arena entre los dedos de los pies, pero yo me apaño bien con estas fracturas de la lógica. Hacer de la vida un secreto sencillo y puro y dejarse tal vez caer al sueño y no pedir hondura ni misterios. Sólo la belleza clausurando las palabras. El himno ampuloso de la tarde en Fuengirola, mientras turistas normandos y mozas de Teruel naufragan en un litro de cerveza tibia, y en las playas, a lo hondo, nubes tocadas de alegría principian coreografías de luz, volutas de chipirones, caligrafías de espetos, alegre comadres de Los Boliches haciendo rumores a pie de ola. Me abrasa la tos de esta alergía cabrona ya tan amiga de mis primaveras. Ahora toca revisar la ortografía de la rutina por si se nos has fugado una tilde de sal. Dejarme llevar por el rumor complaciente de los días y consentir que el verano acuertele sus vicios en mi hamaca. Nada más. Abastecerme de música, claro. Mi Ipod catedralicio, esa construcción de los dioses que tutela todos mis vicios acústicos. Rock sinfónico de Yes, la voz tormentosa de Patricia Barber, ska de los primeros Madness, el piano de Gonzalo Rubalcaba, el último disco de Paul McCartney ( Memory almost full ) que acabo de adquirir, el violín vertiginoso, dulce y frágil de Stephane Grappelli. Medeski, Martin & Wood, todavía no me he agenciado el último proyecto con el fantástico guitarrista John Scofield. Jazz con caracolas y pequeños peces muertos. Jazz de paseo marítimo con los cascos puestos y familias de Southampton fatigando el último sol de la tarde, buscando un burger en el que poner en jaque mate el ciclo de Krebs.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Out louder se llama el disco de MMWS y es una pieza maestra. El guitarrista de jazz ha aportado su ingenio, su verstilidad y ha dejado su siempre fria forma de abordar la música, es mi opinion, y los MMW se han decidido ya por fin a ser quienes lideren el proyecto. A gogo, un disco antiguo de esta gente, todos juntos, era más de Scofield que de los MMW. Ahora estoy escuchandolo. Una maravilla, de verdad. Lo oigas en paseos marítimos o como yo mirando un pedazo de sierra segoviana, vas a disfrutar. Sigue con la página que está estupenda. Saludos.

Anónimo dijo...

Yo también iré en verano a Fuengirola, pero no escucharé jazz por el paseo marítimo. No me gusta. Sí aseguro que disfrutaré de todo lo que has escrito menos de eso. Tampoco pasa nada.

Saludos e igual nos vemos, sin conocernos.
¿ tú desde donde vas ?
Yo de Córdoba. Imagino que tú también.
Fuengirola le llenamos de cordobeses en verano.

Anónimo dijo...

Lagartear es el verbo que identifica al verano. Poco importa que sea entre arena y sal o sentado en el duro banco de piedra de un parque mesetario.

Hace tiempo, un amigo dijo una de esas frases lapidarias que de haber brotado de una boca famosa hoy adornaría las páginas de algún absurdo libro de citas: "El verano debería tener nombre de mujer". Sin embargo lo tienen de hombre, de emperador: Julio. Un sinsentido más.

Pese a la pobre calidad de las fotografías (no cuento con escáner así que tuve que tirar de móvil), te dejo, a modo informativo, un par de fotos del estreno de "Ciudadano Kane". La chica colgada del afortunado brazo de Welles era la actriz mexicana Dolores del Río. Datos y fotos extraidos del libro "Cómo se hizo Ciudadano Kane" de Robert L. Carriger. Libro que te recomiendo vívamente para amenizar el estío.

http://farm1.static.flickr.com/221/518093408_9a802e8ea4.jpg

http://farm1.static.flickr.com/205/518093418_dc2c440081.jpg

Saludos, Emilio.

Anónimo dijo...

Yo espero escucharlo en los dos sitios: en el paseo marítimo y frente a la sierra segoviana, todo en el mismo verano. ¿Sonará diferente?
http://simplementejazz.blogspot.com/2007/02/medeski-scofield-martin-wood-out-louder.html

Comparecencia de la gracia

  Por mero ejercicio inútil tañe el aire el don de la sombra, cincela un eco en el tumulto de la sangre. Crees no dar con qué talar el aire ...