Comprar agota, saber que lo comprado requiere una atención posterior. También la sensación de que no se les da a esos objetos el afecto con el que nos decidimos a poseerlos. Cuanto más cosas se tienen, mayor es la certeza de que no nos hacían falta. Acumular y correr: ese es el signo de este tiempo. Un estado fluido de pertenencias que no arraigan. Un creer que tener es mejor que saber. Y no sabemos y seguimos corriendo. Nadie lo diría.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un bostezo de Dios
Un agujero negro vendría como un corazón roto. Uno no maneja la nomenclatura, pero arrima el sesgo poético. Porque en las metáforas está to...
-
A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Hay cosas que están lejos y a las que uno renuncia. Tengo amigos que veré muy pocas veces o ninguna. Tengo paisajes en la memoria que no v...
No hay comentarios:
Publicar un comentario