13.1.25

Historietas de Sócrates y Mochuelo / 11

 

A lo que la razón no da registro le llamamos misterio. Algunos, una vez expurgados, siguen conteniendo una parte a la que no podemos acceder. Incluso, franqueada esa parte, en la creencia de que hemos resuelto su arcano, permanece la sospecha de que algo se nos ha resistido y continúa oculto. A veces sucede que es uno mismo el misterio: lo portamos sin noticia de su peso, hacemos que trasiegue con nosotros sin atender sus requerimientos, que podrán ignorarse a tiempo completo. Esa metafísica doméstica no precisa mayor elucidación: la caja está vacía porque es esa orfandad de objetos la que demanda el rigor de nuestra sensibilidad o de nuestra voluntad de perseverar en la búsqueda. Uno mismo es una caja de la que no sabemos nada. 


No hay comentarios:

Rosendo, Chuck Berry, mi padre

  No sé si estoy en lo cierto Lo cierto es que estoy aquí Otros por menos se han muerto Maneras de vivir Maneras de vivir, Leño, 1981 Uno no...