25.1.25

Historietas de Sócrates y Mochuelo / 24


 Sócrates no es Edipo, no da con la respuesta que la esfinge del león alado le requiere para entrar en Tebas. Los acertijos eran cantados, pero la dulzura de la voz anticipaba la fiereza del animal si el preguntado marraba en su solución. Mochuelo mira con perplejidad a su sagaz amigo. Sospecha que ha preferido dárselas de ignorante, no incurrir en el error y despertar la ira del monstruo. No saber a veces nos precave de la tragedia, pudiera pensarse. Saber más de la cuenta no siempre garantiza una vida apacible y segura. He aquí la enseñanza del sabio: comídete si la moderación puede hacerte atreverte más tarde, no cometas la imprudencia de dártelas de marisabidillo cuando algo que no obedece a la razón te pone en jaque. Con lo fácil que hubiera sido decir: es el hombre, es el hombre. Pero hay enigmas que nos pillan con el pie cambiado y la argucia y la sapiencia no dan con la respuesta. Tenemos Sócrates para un par de viñetas más, al menos por este año. Agradecemos la benevolencia del ilustrador, no entrará en sus planes sacrificar a nuestro pequeño héroe barbudo. 

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Historietas de Sócrates y Mochuelo / 25

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