5.6.07

La función del arte / Eduardo Galeano

La función del arte
1
Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
—¡Ayúdame a mirar!

2
El pastor Miguel Brun me contó que hace algunos años estuvo con los indios del Chaco paraguayo. Él formaba parte de una misión evangelizadora. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua de los indios. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.
El cacique se tomó su tiempo. Después, opinó:
—Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.
Y sentenció:
—Pero rasca donde no pica.

( EDUARDO GALEANO, El libro de los abrazos, 1.989 )

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu productividad es inabarcable, querido Emilio. Envidiable pero imposible de seguir. De hecho, me disponía a leer más adelante, cuando mi empacho mental cediese, algunas de las reseñas que oteé esta tarde y han desaparecido.

Espero que las recuperes más adelante de un modo más calmado. Me gustará despotricar contra "Yo soy la Juani". Auntentico despropósito que sólo podia parir alguien que ni ha vivido ni sabe lo que son los suburbios de las grandes urbes. Esa Suburbia que alimenta y ahoga a sus propios hijos. Suburbia = Saturno. Curiosa acrónimo imposible.

Saludos, Emilio.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Lo dice una de las secciones del blog: soy un activista mental.
No sé si es bueno o malo, pero tengo esta incontinencia, este vértigo semántico...Y el blog, mi querido amigo, es campo abonado para estos vicios lingüísticos.
Gracias por leer.

Anónimo dijo...

Saber mirar, ese es el problema. Saber leer o saber escuchar. Miramos, leemos, escuchamos, pero nos quedamos lejos de lo que se mira, de lo que se lee o de lo que escuchamos. El mar no se oye cuando se tiene muy cerca, hay que alejarse un poco en perspectiva, no en distancia. Un buen trozo de literatura, Emilio. Saludos.

Anónimo dijo...

Nace el picor cuando sabemos cómo rascarnos. ¿ Será eso la religión ?

Anónimo dijo...

No, la religión es otra cosa. No podemos mezclar nueces con misiles tierra-aire. Estamos últimamente muy equivocados con muchas cosas y creemos que podemos hablar con conocimiento de cosas de las que no tenemos ni puñetera idea. La religión no es cosa de rascarse o de picores.

Anónimo dijo...

Cañero el blog!!! Surtidito. Lo de Galeano está bien, me encantan sus frases cortas y directas en "Patas arriba". Nos leemos

Emilio Calvo de Mora dijo...

Galeano es una debilidad literaria. Monterroso es otra. Son, en cierto modo, almas gemelas. Gracias por considerar "cañera" el blog. Eso quiere decir que no es meloso, como dice un amiguete. En fin. Saludos. A leernos, sí,.

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