16.6.07

Black snake moan: Todo es más aburrido sin música



Probablemente esta cinta se adhiera sin dificultad a aquel célebre adagio de anónimo autor que pedía hacer de la dificultad virtud porque Black snake moan es una cinta curiosa, por lo menos, y es también distinta. La curiosidad y la diferencia no hacen buenas películas pero se agradecen cuando nos abruman con taquillazos de resolución previsible e ingenio plano. Es también un cuadro de costumbres, un retrato pintoresco del sur norteamericano con brochazos toscos de blues primitivo, tocado a palo seco, nacido del alma y cantado con el suficiente dolor como para que sea creíble. Ahí es posible que nazca todo posible interés por Black snake moan, aunque habrá quien pague butaca por ver las procacidades de Christina Ricci, ya definitivamente alejada de su etiqueta de adolescente salidilla un poco a lo Juliette Lewis, en un papel de riesgo, pero agradecido y en el que desenvuelve estupendamente: una ninfómana feroz que no tiene carne que arrimarse y lampa por dejarse crucificar por cualquier berraco de barra de bar que se le ponga a tiro. O al hasta hoy aburrido Samuel L. Jackson - ¿ cuándo fue su última película decente ? - que recrea a un personaje deprimido, cerrado, alojado en la plácida nebulosa de los blues y recordando los tiempos felices, cuando los tocaba en un escenario y estaba felizmente casado. Estos dos personajes, signados por la fatalidad, conmovedoramente arrastrados por las miserias de la vida y casi sin recursos para sobreponerse, son lo único salvable del film, que ya es bastante. A su alrededor, un guión penoso, excesivo, imposible de creer, trabajosamente fatigado durante un metraje siempre demasiado largo.
Vamos a tener en cuenta una cosa: si un blues dura tres minutos, una película que recrea, en lo fundamental, un blues debe ser un corto o un mini-corto o un clip de esos que ocupan los archivos cuasi-infinitos del youtube. No, taxativamente, una película, un largometraje, como se decía antes. Hay un momento en el que estamos saturados de historia, empapados, hartos de que la niña con furor uterino se revuelque con quien sea a causa de su adicción al sexo. El bluesman hace de terapeuta, de psicólogo, de padre y de gurú para sacarla de su esclavitud venerea y ponerla otra vez a rendir a la sociedad y verse recompensado por ello. Ya está. Debo añadir - no crea que estropee nada contando este pequeño detalle de atrezzo - que los métodos de recuperación perpetrados por el viejo bluesman consiste en atar a la moza a un radiador y esperar que el "mono" acuda y aplaque el vértigo de la carne. Esta mezcla absurda de sudor y rasgueos de guitarra va a irritar a más de uno, lo sé. Va a incomodar a quien acuda al cine a ver cine. Es un mero despliegue de actuaciones brillantes, de atmósferas bien montadas y de una estupenda planificación en el montaje. En su demérito, no hay guión o el que parece que aspira a serlo falla tanto que se pierde en un naufragio de estupendas intenciones, pero baldíos resultados. Queda, en todo caso, el respeto de un director, Craig Brewer, por el blues y la elección formidable de unos actores en estado de gracia, conjurados en sacar adelante una empresa irregular, extraña, en ningún momento creíble. Hubiesen hecho un videoclip para cualquier nueva canción de Robert Cray o de mi adorado B.B. King y esto habría sido el golpe audiovisual del año. Al menos en la MTV. La música es la cura. El blues es la cura, que cantaba John Lee Hooker acompañado por Santana en una pieza que me he puesto de fondo para escribir con más motivación esta reseña.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaba pensando verla hoy y no voy a cambiar de opinion por leer esto. A mi Christina Ricci no me dice ni fu ni fa pero soy un enamorado del blues y hace tiempo que no veo cine bueno donde el blues sea la banda sonora. Por eso voy a verla. De todas formas ya veré que tal. Gracias por el aviso.
Tienes una página extraña, perdona que te diga. Muy extraña. Hay de todo como en botica. Politica, versos, cine, chistes. Una página extraña no es una página mala, no creas. Ya volveré a ver que hay de nuev o (viejo)


Luisma 1956

nonasushi dijo...

Joe, pues a mi esta peli me llama...no se. Normalmente me fío de ti. Ya veré lo que hago.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Ten en cuenta solamente una cosa: el blues, el ambiente sureño decadente, las atmósferas sórdidas, el sudor de la carne en directo. Si todo esto te llama la atención, amiga mía, pues entonces tirale, como dicen los mejicanitos, ándale, ésta es tu peli. Porque mala no es, eso lo sé, es extraña, es un cúmulo de cosas que en otras manos igual hubieran sido un rollo peor o una obra maestra, en fin... El caso es que tú misma... Y no te fies siempre de mí o algunas veces. Mira que tengo días malos y entonces tengo el tino fugado.

Anónimo dijo...

LA RICCI ME PONE ASI QUE NADA QUE LEA EVITARÁ VER LA PELÍCULA. LA RICCI ME PONE. QUE ME PONE, COÑO.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Gracias Luisma. Es una página extraña. Eso, creo, no está mal del todo. Que entre ud y siga escribiendo comentarios. Mi Stalin de la portada así lo pide.

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