6.6.07

Otra vez


Son fáciles de azuzar y estaban ya que no les cabía la serpiente al cuello con esa ambigüedad semántica que llamamos tregua. La han roto porque si no, no sería una tregua: sería otra cosa, qué sé yo, un ya basta, un hemos terminado en este punto o un sencillo the end como en las películas americanas. Aquí queda mucho trecho para ese final rosa y en el metraje de este guión absurdo queda mucha infamia y editoriales incendiarios de los bandos reclutados para la representación. Unos dirán que les están dando alas y otros que las alas venían de fábrica, junto al hacha y los zulos. Mientras tanto, el viandante, el ciudadano de a pie es el que sufre el miedo. Porque no hay que olvidar nunca una cosa: trabajan con miedo. Esa es su materia prima. Con ella abastecen sus soflamas y enarbolan sus reivindicaciones. Hoy ha empezado otro capítulo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El"gordo" Otegui ya está empapelado. Algo es.

La gris línea recta

  Igual que hay únicamente paisajes de los que advertimos su belleza en una película o ciudades que nos hechizan cuando nos las cuentan otro...