La Iglesia de San Carlos Borromeo de Entrevías, Puente de Vallecas, Madrid, apartada de la ortodoxia, voluntariamente escorada hacia otra liturgia, es el Templo Rebelde de esta España de Alianzas diversas que ZP impulsa a ritmo de optimismo antropológico, como decía la otra noche atinadamente Iñaki Gabilondo. Falta que Rouco estampe una firma en un documento para que se le de cierre y todos sus feligreses dependan "canónicamente" de otras parroquias aledañas. Ya han celebrado una misa en la calle. El cura "rojo" vestido de paisano, los invitados a la Casa del Señor contemplando cómo la "casa" se hacía asfalto, acerado, calle pública. "Nos han dicho que socialmente estamos muy bien, pero que en cuestiones de liturgia y catequesis, no", explicó ayer el cura Enrique de Castro, que lleva 26 años acogiendo a marginados bajo el techo de su templo, impartiendo fe " de barrio" con el ojo episcopal encima, por si acaso el guión pierde renglones o se añaden capítulos nuevos. "Según ellos, la catequesis que damos no está homologada y la liturgia es un desastre". "Hemos cambiado las hostias por rosquillas ... ". "No somos unos locos. Nos dedicamos al mundo de la marginación y esa gente es la que luego viene a misa.. ". "Enrique, oye, que si me das dos euros para tabaco, que no he cobrado aún el paro". El libreto de esta patética historia está ya escrito y suficientemente publicitado. Da igual si Rouco firma o libra a la Comunidad de Entrevías de ese estigma para los años futuros. Ha quedado bien a la vista la estrechez de miras de la jeraquía eclesiástica, que teme la jurisprudencia abierta con un órdago como éste. No sabemos hacia dónde va la Iglesia: tampoco dónde está ahora. Si tomando vuelo cual nave sideral, separando sus raíces del mundano suelo o creando vínculos lo bastante fuertes como para que quienes creen y asisten a sus homilías salgan robustecidos de caridad, de amor, de fe o de crasa humanidad. A veces nada de cuanto la Iglesia propala bajo la advocación de su historia y de su base cristiana se ajusta a lo que luego la evidencia muestra. Es cierto: la Iglesia está levantando vuelo. Se mire por donde se mire. Tampoco este escribiente puede hablar con pleno conocimiento de este tema. Yo ya me elevé y tomé distancia hace tiempo. Adhesiones, opiniones, exabruptos y apasionamientos aquí
Entrecomillados cogidos de "El País"
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