25.6.07

Shrek Tercero: Verde gastado




No se obró el milagro, aunque tampoco era previsible que una epifanía de mariposas en la boca del estómago produjeran el asombro, que es el primer comando de la línea de texto del buen cine. Buen cine hubo en la primera entrega: irreverencia para el olfato adulto, ternura y buenos sentimientos para la feligresía infantil y un excelente guión que pretendía arrebatarle a Disney el trono de la animación. Taquilla y crítica confirmaron la osadía. Los hallazgos visuales de antaño, el altísimo nivel de los diálogos y la mala leche de ese deconstrucción de los cuentos tradicionales -que a Propp le hubiese parecido un atrevimiento genial- no aparece en esta tercera entrega por casi ningún lado. El "casi" permite que Shrek Tercero no sea horrorosa y se deje ver con cierto agrado: basta no exigir mucho.
El inventario de personajes ha crecido, pero todos se manifiestan previsibles. Lo que en las dos primeras historias era subversión e irreverencia, aquí es una tropelía de gags quemados que nunca incomodan ( es cierto ), pero que producen la extraña sensación de que estamos asistiendo a un descarada flatulencia mental cuyo más manifiesto propósito es esquilmarnos el bolsillo sin que, a cambio, nos ofrezcan lo que la nostalgia prometía, es decir, la escatología inteligente, la humorada crítica, el feliz encuentro entre el cine adulto - en este caso, animado - y el cine infantil, tan denostado, tan convertido en mercancía, en material fungible y despreciable durante tanto tiempo. Me ha sonado esto a ocasión desaprovechada, pero tampoco estoy decepcionado como para no recomendarla. Valdrían dos o tres antológicos escenas para justificar el trayecto. Me acuerdo ahora de una sencillamente genial: la ñoña melodía a lo Disney que de pronto se encabrita y se escora, sin fractura apreciable, a los gritos demoníacos de Robert Plant en una de sus salvajes epifanías vocales. Quizá esté ahí, en la formidable selección musical - de Damian Rice a los Wings de Paul McCartney - donde reside el todavía agitado encanto de este prodigioso ejercicio de ventas veraniegas.

13 comentarios:

Joyce dijo...

No creo que supere a las dos primeras.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Lo malo es que no lo pretende. Y claro, sin empeño, se malogra el ingenio, se pierde el interés...

Anónimo dijo...

Es una bufonada para gente, efectivamente, poco exigente. No tiene nada de lo que antes era distintivo. En cuanto a la música, excelente. Live and let die emociona, pero para eso uno podría haber cogido cualquier disco y ponerlo fuerte en casa. Ojalá no haya shrek 4.

Anónimo dijo...

No he visto la tercera entrega, así pues no puedo cargar contra ella ni defenderla. Sí te diré, Emilio, que ya la segunda me aburrió mortalmente. Cometí el error de leer una exagerada crítica publicada en, si no recuerdo mal, el diario El País y mis expectativas se dispararon para toparse después con una planicie yerma habitada por los personajes (ahora desganados y faltos del factor sorpresa) de la brillante primera entrega.

La veré pronto, posiblemente el próximo viernes. Y no porque lo desee sino porque los amigos quieren empaparse de ogro y me arrastrarán a verla, cosa que haré con gusto, que la amistad todo lo puede.

Veremos...

Saludos, Emilio.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Vaya, amigo. La amistad merece esos pagos. Yo fui arrastrado una vez a ver Pepito Piscinas. ¿ O fui yo el empujador ?
Luego coge usted y los convence para ver en casa, bien atrincherados con viandas y licores, alguna obra maestra de Fritz Lang o de Alfred Hitchcock. Para compensar, les dice.

Anónimo dijo...

Dios!!! Pero buen hombre, cómo se le ocurre nombrar en voz alta el título de aquella película de Tito Fernández, ese tipo tan entrañable y buena gente fuera de un plató como criminal artísticamente hablando. Con seguridad es la peor película jamás filmada. Sólo le reconozco el gran mérito de radiografiar con una única imagen la España de pana y boina que éramos y ¿seremos siempre? con esa escena en la que Esteso se masturba mientras observa como su mujer le da el pecho a su hijo. Habré sentido asco y vergüenza ajena dos o tres veces en mi vida, ésta fue una de ellas.

Saludos.

Anónimo dijo...

Eso de asco y vergüenza ajena dos o tres veces en mi vida se puede multiplicar por mil o por infinito, ahora que lo pienso. Eso sí, el grado alcanzado por ese momento que he relatado es difícil de superar.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Pepito Piscinas merece un post unitario, independiente, autónomo en su grandilocuencia y ejemplaridad de lo cutre y de lo infame de nuestra rancia España franquista ahora ya, creo, prácticamente superada. Estos son otros tiempos, Alex... Lo que te propongo, va en serio, es que hagamos los dos un post sobre el asunto. Se podría llamar pomposamente Pepito Piscinas, mito patrio o algo así. No es una frase hecha al hilo de la emoción. Yo procedo y en poco tiempo lo publico en mi Espejo.
Le toca a usted, mi querido amigo, tirar.
¿ Hace ?

Anónimo dijo...

Yo vi Pepito Piscinas y eché unas risas. El cine es risas de vez en cuando. Aquellas eran las risas de la tristeza porque con Franco todo era muy triste y lo digo con conocimiento. Tengo la edad para saber de que hablo. ´
No es para tanto la pelicula, aunque siempre es bueno mirar hacia atras sin ira y no con las uñas sacadas.
Saludos a todos.


Pensaba escribir que Shrek no me había gustado nada. Sí a mis nietos.

Anónimo dijo...

Mi tiempo escasea pero no puedo negarme, por supuesto. Esperaré a leer tu posteo para rumiar una réplica todo lo digna que permita mi huidiza inspiración.

Alberto, te aseguro que no es ira lo que inspiró mi diatriba contra la película de Tito Fernández. "Pepíto Piscinas" me revolvió el estómago como lo hicieron pocas. Cuestión de sensibilidades más que de revanchismos coyunturales.

Emilio Calvo de Mora dijo...

ok, alex.. Espero que también mi inspiración esté a la altura de las circunstancias. Si hemos podido garabatear unas líneas para Las uvas de la ira no será difícil garabatear tres para Pepito. No sé. Igual tiembla mi mano.

Alberto, la edad es un grado o mejor dicho, la experiencia. Así que leo lo que escribo con el respeto debido. Se pueden echar risas por todo en este mundo. Depende del día, supongo.

Anónimo dijo...

El ogro se quemó y están haciendo caja con las cenizas. De acuerdo que la chiquillada disfruta. Pues bienvenida sea entonces. No le busquemos más cosquillas.
Shrek 4 será otra vez lo mismo porque no dudo que el verano que viene hay más far far away


Inés Calzado

qp dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

La gris línea recta

  Igual que hay únicamente paisajes de los que advertimos su belleza en una película o ciudades que nos hechizan cuando nos las cuentan otro...