20.6.07

Día Mundial de los Refugiados

Hoy es el Dia Mundial de los Refugiados: parias del mundo, inadaptados, deportados, infelices, desangrados, humillados, derrotados, ninguneados, difamados, postrados, desolados, sentenciados, incomunicados, fustigados, destruidos, apestados. Hay parias blancos, negros, amarillos, mestizos. Los hay cultos e iletrados, épicos y apocados, creyentos y descreídos, santos y pecadores. Quienes cubren distancias grandes o pequeñas en su diáspora y quienes se refugian en su memoria o levantan una barricada de miedo frente al televisor. Quienes cubren sus necesidades físicas a diario sin problemas, pero no satisfacen las morales y quienes no alimentan ni las unas ni las otras y malmueren entre la ignorancia y la miseria, con toda su dignidad arrebatada. Refugiados de derechas y de izquierdas, revolucionarios e indiferentes, anárquicos y ortodoxos, tartamudos, senequistas, informáticos, proxenetas, albañíles, maestros, atletas, rapsodas, toxicómanos, ufólogos, politólogos, sibaritas, zumbados, apocalípticos, integrados, adventistas, arribistas, joviales, bobos, obtusos, salidos, existencialistas, mezquinos, freakies, yuppies. Todo se aviene al miedo y todo se contamina de odio. Hay refugiados en casa y en las aceras. Refugiados a millones en las fronteras de la estupidez humana y en el atlas absurdo de su infamia antigua. Hoy es el día de todos ellos. Hoy a todos nos toca un poco este día que, en ningún caso, debe parecernos ajeno. Tú también has sido expulsado. Yo también busco refugio.
No estamos bajo la tutela de la Agencia de la ONU para los Refugiados: probablemente no hagamos estadística en sus balances, pero estamos presenciando el exceso y no brincamos, conmovidos, dolidos, sensibles, cuando la pena y el llanto roban la felicidad de quienes buscan, entre polvo y promesas de cambio, esperanza.
Foto: Acnur

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Refujiados somos (cierto) todos y cada uno de nosotros, Emilio. Pero son los que no tienen ni dónde caerse muertos los que más duelen y los que menos importan. La regla (no escrita) número uno del capitalismo salvaje que resurge desde hace unos años, alienta la limosna en lugar del desarrollo. Los desarrapados son cada vez más y ¿quién puede culparles de no ser hombres tontos?... Referencia esta última a aquella obra maestra de Weir: "El año que vivímos peligrosamente", en la que un revolucionario indonesio se hacía la pregunta de por qué el no puede disfrutar de la paz, de la prosperidad o de una taza de chocolate en un café vienés ¿acaso no lo merezco porque soy un hombre tonto?...

Saludos, Emilio.

Anónimo dijo...

¿Regujiados?... Dios, ni las migrañas que me azotan, y se resisten a abandonarme, pueden justificar tal lapsus... Que Lázaro Carreter me fustige por ello.

Anónimo dijo...

Excusado.

Lázaro Carreter

Emilio Calvo de Mora dijo...

Cierto, Alex. Hay varias ligas en esto de las injusticias y sus parias. Nosotros, privilegiados, vivimos en la Liga de las Estrellas, pero dentro del vestuario hay niveles, capas, texturas diferentes. Ayer sin ir más lejos, escena repetida, se me presentó la rumana de turno pidiéndome la limosna habitual. No creo que viva mejor que la afgana que malvive en una tienda de plástico en mitad de la nada. La nada de la rumana es en todo caso mucho más entretenida. Neón, coches deportivos, Armani, Semáforos, escaparates, mucha niña mona pero ninguna sola, etc. No sé yo qué es peor. Hay un disco de Mike and the Mechanics que se llama Beggar in a beach of gold. Pues eso.

Anónimo dijo...

No podemos compararnos con los verdaderos "parias " del mundo. Ellos están machacados; nosotros, no. Lo terrible es que nadie hace nada por remediarlo. Ni los que pueden hacerlo con sencillas medidas políticas o sociales o quienes parecen que no podemos - los que no somos politicos - y nos tiramos en la butaca placidamente a ver la television mientras caen bombas sobre Kabul o sobre Bagadad.

JOSÉ JAVIER MALDONADO
maldonado124@yahoo.es

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.