Debajo de la sombrilla estoy yo con una verde y un temblor místico en el centro neuronal del júbilo. Mi amigo Joaquín sabe de qué hablo. Queda menos de una semana para que este blog eche el cierre y ajuste sus excesos al amortiguado ruido del verano. Fin ( o lo más parecido ).
13 comentarios:
unas vacaciones bien merecidas, si señor. por cierto la semana que viene yo tambien me voy de vacaciones
saludos emilio
Habitualmente elijo el verano (que no el fin de año) para hacer capítulo de lo que fueron los últimos 12 meses. Como el análisis suele ser frustrante creo que el calor, la luz y el tiempo de más puede actuar como airbag emocional.
En tu caso, espero que todo se limite a la inevitable desconexión de la realidad (y en este caso, de la virtualidad).
Saludos, Emilio. Y que sea para bien.
Gracias, oh my friend: no estaré en casa como suelo, pero no me desconectaré del todo; hay wifis por el mundo que me pueden introducir en el limbo sin demasiado lío.
Es cierto: yo también recapitulo cuando empieza julio. Curso terminado, descanso en muchos sentidos: yo creo que la Navidad únicamente sirve para atiborrarse de viandas, licores y empalago familiar. Ya está.
Nos leemos.
Disfrute ud. ¿ Vacaciones cuándo ?
Descanse ud. sr. escritor, que falta hace, muy nutrido su blog, muy nutrido, muy nutrido
felipe lipe
Buen veranito, Emilio. Así que este es el sitio en el que va estar, no ? Pues yo también tengo ya apalabrada una sombrilla en una piscina pública de pueblo pequeñito con una barra de bar al lado y tengo mis libros preparados y hasta un mp3 de esos modernos cargado de buenas sensaciones.
A pasarlo bien. No dejes de escribir.
Ea, a mirar las nubes en una sombra.
Yo también lo haré, aunque no ya.
Todo llega, todo tiene su fin.
Ahora, precisamente ahora, no es un buen momento para ilusionarme con estas cosas, pero lo dicho, todo llega.
Me ha gustado MUCHÍSIMO la foto.
La he copiado y puesto en el escritorio de mi portátil.
Gracias por todo.
Vacaciones ya, Emilio. Desde hace casi tres semanas disfruto de vacaciones forzosas. En otros palabros: la fábrica en la que gastaba mi tiempo decidió cerrar (o se vio forzada a ello). Nos despedimos de ella lanzando huevos contra su fachada y a otra cosa mariposa. Así pues, tengo todo un verano por delante para aprender a disfrutarlo sin un duro en los bolsillos, y aunque no lo creas, ello es posible.
Mi veraneo será Suburbio, como ves. El de mi blog será eterno, me temo. Pero seguiré visitándo ocasionalmente a mis viejos conocidos a partir de septiembre, octubre o noviembre, según vengan dadas las cosas. Así pues, te emplazo a que sigas depositando palabras en la virtualidad. Me gustará saber cómo te va.
Saludo repetido.
Lamento, Alex, todas estas cosas. Las fábricas en las que uno gasta el tiempo suelen cerrar y dejarnos huérfanos de la rutina maravillosa del trabajo. Aprecio una disposición forzadamente serena y hasta esperanzada en que tras el verano, jodido inventario de sudores, de vez en cuando ( yo soy de fríos y de noches largas ), todo regrese a su sitio. Qué se puede decir. Sentidos abrazos.
Ana, La foto la tomé en una piscina en Benamejí, un pueblo al sur de Córdoba. Si miras el cielo, es el cielo del Caribe. Nadie puede llevarme la contraria. Así que muy bien eso de ponerla de fondo de escritorio. Yo he hecho lo mismo. Cuando llegue el otoño la cambiaré y colocaré a Humphrey Bogart y a Claude Rains en la niebla del adiós en Casablanca. Son ritos. Yo los obedezco.
Sr. Víctor, oh amigo en el limbo invisible de la Red, yo le pido a los astros su concurso favorable para que sus vacaciones estén regadas de júbilos y regrese usted con el brío que suele.
Corra ya, no mire atrás, busque en la distancia el envés de la rutina.
Yo lo intentaré.
Nos vemos cualquier día.
Sr. Quentin, la sombrilla ésta también tenía una barra a la vera. Grifo de cerveza. Salmorejo. Gazpacho. Tortilla de patatas. Hasta el Marca.
Pues que pase usted Muyyyyy buenas vacances. Yo también me las piro. Eso sí, estar conectado a ordenata lo dudo mucho. Donde voy...
Así que a animarse con el papel.
Me animaré, Preparado. Cuando uno tiene ganas de escribir no hay nunca obstáculos.
A pasarlo bien, y gracias por las visitas. EMILIO
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