"Mi gusto por lo narrativo me permite, por ejemplo, tener un grato comercio con los imbéciles: cuando debo tratar con alguien cuyas ideas detesto o cuyas opiniones sólo merecen desdén, procuro llevarlo al terreno de la narración y hacerle contar algo. Incluso lo seres más ínfimos ocultan una odisea lamentable o atroz. Personas a las que no soportaría bajo ningún otro aspecto, llegan a entretenerme y - quién sabe - a interesarme como narradores. En cambio, no faltan amigos a quienes adoro pero cuyo trato se me hace pronto insufrible por su incapacidad de contar nada y su manía de atrincharse en lo abstracto o en lo doctrinal. Uno quisiera decir al visitante inoportuno: "cuente su historia y lárguese", pero este proceder, caso de generalizarse, simplificaría quizá indeseablemente las relaciones humanas"
Epílogo a La infancia recuperada, Fernando Savater
1 comentario:
Todo el mundo tiene algo que contar
algo que decir
algo que escribir
y todo el mundo espera que le cuenten cosas, que se las escriban
hay publico y hay escenario
Lo de imbéciles o no imbéciles será savater quien lo diga....
Quizá habrá gente que no lo soporte a él
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