30.4.07
28.4.07
Poema: Amor de tarde por Mario Benedetti
La historia de la música en 5 minutos por Stringfever
Inventario de referencias, es decir, la historia de la música en 5 gloriosos minutos:
00:00 Traditional - Greensleeves
00:20 Handel - Messiah - Hallelujah chorus
00:25 Mozart - Eine Kleine Nachtmusik
00:31 Beethoven - Symphony No. 9 - "Ode to Joy"
00:42 Rossini - William Tell Overture
00:48 Puccini - Turandot - Nessun Dorma
01:05 Bach - Prelude in C Major
01:15 Beethoven - Symphony No. 5
01:23 Strauss - Also Sprach Zarathustra
01:35 Offenbach - Orpheus in the Underworld (Can-Can)
01:40 Bizet - Carmen - Torreador Song
01:46 Brahms - Hungarian Dance #5 (in F#m)
01:51 Tchaikovsky - Nutcracker Suite - Dance of the Sugar Plum Fairies
01:59 Grieg - Peer Gynt Suite - In the Hall of the Mountain King
02:05 Rimsky-Korsakov - Flight of the Bumblebee (underneath Peer Gynt Suite)
02:10 Monty Norman - The James Bond Theme
02:15 Grieg - Peer Gynt Suite - In the Hall of the Mountain King (reprise)
02:22 Scott Joplin - The Entertainer
02:28 Brown / Freed - Singin' In The Rain
02:35 Rogers & Hammerstein - Sound of Music - Do Re Mi
02:46 Irving Berlin - Annie Get Your Gun - There's No Business Like Show Business
02:54 ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ??? ???
02:58 George Gershwin - Porgy & Bess - Summertime
03:10 Glen Miller - In The Mood
03:22 Kander / Ebb - New York, New York
03:28 Elvis Presley - Hound Dog
03:41 Roy Orbison - Pretty Woman
03:58 McCartney / Lennon - Yesterday
04:08 James Brown - I Feel Good
04:10 The Bee Gees - Stayin' Alive
04:19 ??? falling scale
04:22 Abba - Money, Money, Money
04:33 Queen - Another One Bites The Dust
04:42 Eric Clapton - Layla
04:48 Michael Jackson - Billy Jean
04:55 Deep Purple - Smoke On The Water
05:02 John Williams - Theme from Jaws
05:08 Bernard Herrmann – Knife Scene from Hitchcock's Psycho
05:18 Wagner - Ride of the Valkyries (poss. Apocalypse Now reference?)
05:21 Jerrold Immel - Theme to Dallas
05:24 Thomas Augustine Arne - Rule Brittania
05:26 Traditional - Sailor's Hornpipe
05:27 Traditional - Shave And A Haircut (poss. Warner Bros cartoons reference? Looney Tunes?)
05:29 Wagner - Lohengrin - Wedding Chorus
27.4.07
EL HOMBRE QUE SE QUISO MATAR : Primeras crónicas del hambre
Wenceslao Fernández Florez, el genial escritor gallego, recrea el arquetipo del pícaro de nuestro Siglo de Oro, del tahúr enamorado de su manga, pero lo recompone y transforma en un pícaro-filósofo, lenguaraz y viperino, sentencioso y cuerdo hasta la licenciatura, que evidencia la tristeza enorme del mundo en el que le ha tocado suicidarse, uno lo suficientemente rico, discursivamente hablando, como para soportar sin fractura aparente el peso del argumento: no hay escena en la que no salga, no hay giro de la trama que no esté bien apuntalado a la luz de evolución psicológica del personaje.
Antológica, la escena en la que Federico Solá decide hacer pública su drástica decisión y en lugar de hablar de cemento armado, su especialidad profesional, usa la tribuna desde la que ha sido llamado a conferenciar para incomodar a la asombrada feligresía con un catecismo de verdades como puños hasta que, al final, pomposo, anuncia la audacia de su empresa.
Vertiginosa en sus diálogos, El hombre que se quiso matar es cine adulto, cine por encima de una producción cinematográfica enquistada en los rigores de una posguerra necesariamente pobre y donde el régimen había concebido la estrategia de entretener al pueblo con la ligereza folclórica de los sainetes, el almibarado retrato de las bondades de lo sencillo y, sobre todo, la escasa exigencia artística a una industria ( la del cine ) usada para entretener a vencedores y a vencidos, y unirlos, aunque sea en la oscuridad golosa del cine.
"La vida es completamente estúpida. El mundo carece de razón y de sentido. Esta Tierra en la que vivimos es una gigantesca mentira. Una bola inmensa de más de un millón de kilómetros cúbicos. Sin embargo, ¿por qué seguimos aquí? ¿Por qué nos resistimos imbécilmente a abandonar esta vida imbécil? Unos porque tienen dinero que les proporciona placeres. Otros porque tienen amor que les proporciona una lírica exaltación.Otros porque detentan el poder, y eso satisface su vanidad. Y todos, en general, por miedo al angustioso trance de morir sin caer en la cuenta de que están inexorablemente condenados a muerte, y no logran convencerse de la sabiduría popular que encierra el dicho de los malos tragos pasarlos pronto. Yo carezco de todas esas cosas que atan a la vida. No tengo dinero, nadie me quiere, el poder es algo inasequible para mí. En cuanto al miedo, lo he superado. Por eso he decidido matarme. Puedo afirmarlo públicamente porque estoy seguro de que lo voy a hacer. Incluso he efectuado algunos ensayos, no demasiado afortunados, debo reconocerlo. Me preguntaréis que por qué lo anuncio. Pues por lo mismo que se anuncia la boda de cualquier pareja de imbéciles. O el nacimiento de un niño meorro. O la marcha de veraneo a Benidorm de una familia agobiante. Por otra parte, desde que he tomado esta decisión irrevocable se han venido a tierra los palos del sombrajo del convencionalismo y noto que por primera vez en mi vida puedo disponer verdaderamente de mi voluntad y hacer lo que me dé la gana. Un lujo que ninguno de vosotros, ni siquiera el señor Argüelles, ha podido permitirse nunca. También me preguntaréis por qué demoro mi propósito y no lo cumplo inmediatamente. Tengo una razón. El próximo viernes se celebra en televisión la final de Las diez de últimas. Uno de los concursantes es mi anciano profesor de Latín, don Silvestre Menéndez, sobre el tema El imperio Romano. Y quiero ver si gana un millón el pobrecito, que a sus 98 años ya sería hora de queganara algo. Es un capricho sentimental, y ahora estoy dispuesto a darme todos los caprichos. Por eso no quiero privarme de deciros lo ridículo que os encuentro. Si lograra expresarlo plenamente, enfermaríais de risa. En fin, no tengo más que decir. Y si lo tengo, no me da la gana decirlo. Gentes que me escucháis. Este hombre joven y completamente sano que está ante vosotros va a morir por su propia voluntad dentro de cuatro días y medio. Dentro de cuarenta, o de 400, o de cuatro mil, o aunque sean algunos más, vosotros moriréis también pero a regañadientes. Entre tanto, podéis iros todos a hacer puñetas."
( Federico Solá )
Joe Cocker : You are so beautiful : Live at Montreux 1987
You are so beautiful to me
You are so beautiful to me
Can't you see
You're everything I hoped for
You're everything I need
You are so beautiful to me
Such joy and happiness you bring
Such joy and happiness you bring
Like a dream
A guiding light that shines in the night
Heavens gift to me
You are so beautiful to me
La evidencia de que se puede cantar como un grillo pisoteado y emocionar como un ángel en estado de gracia.
Todo el mundo puede equivocarse
26.4.07
Cuéntame
25.4.07
Aquí todos flotamos
En mi amigo Antonio
provincianas, elementales bestias,
alucinados ángeles de su verbo claro.
Siendo como es
dios de su gongorina prosa,
abruma, en ocasiones,
con su parlamento,
y remotos pájaros
le vienen en bandadas,
improvisados y únicos,
y con ellos departe
sobre demiurgos y tanques.
y ufano de itinerarios y laberintos,
mi amigo Antonio
celebra el tiempo acodado en una barra de bar,
minucioso y sencillo, feliz y glorioso.
Se deja así
vivir
ordenando el tráfago del día
en cervezas,
en periódicos,
en un hijo bonito
que le trajo el Atlántico,
en esposa
cómplice en vuelos.
Este poema nos ocupará, bien lo sé,
largas conversaciones en Espuma's,
que ya no existe.
Todos los grillos creen en Dios
El párroco, campechano en sus consejos, viejo y conocedor de los vericuetos del alma humana, vino a decirle que Dios no reparaba en minucias y que pisar un grillo o una manta de grillos no ofendía a su Obra ni escandalizaba a su Divinidad. Que todos somos hijos de Dios, pero que su amor no ha sido repartido proporcionadamente y hay hombres y hay conejos y grillos y hasta moscas que no tienen el mismo escalafón en la mirada atenta del Padre. Añadió que podía, en adelante, matar cuantos grillos le viniesen en gana sin que ese proceder homicida no era pecado ni parecida cosa y que insistir en tan piadosa conducta hacia la caterva de grillos de su patio devastaría quizá ya para siempre su espalda y terminaría jorobado o arrumbado en una silla sin moverse por mor de ese inquietante vicio.
Al día siguiente el patio de la casa del niño Vicente Jesús Sotomayor y Villamediana era un batiburrillo informe de alas y caparazones negros, de cabezas perversamente machacadas y de ojos negros escorados hacia el imposible limbo de los grillos muertos.
Como no todas las acciones que hacemos convencen por igual a todo el mundo, Vicente Jesús descubrió que aquella matanza novicia no era del agrado de su madre. No por la caridad cristiana, que no faltaba, sino porque a la postre, cometida la fechoría, desarmado el ejército infame de bichos, el patio quedaba hecho un desastre, espectáculo baboso de cuerpecillos crujiendo en el silencio blanco de la noche. Así que Vicente Jesús, hijo obediente y recto, regresó a su excéntrico paso y volvió a ser el Mesías de aquella algarabía de criaturas.
El párroco, al tanto de la renovación de tan fea costumbre, le reprendió severamente. Durante un tiempo, anduvo en el frágil e incómodo lugar de no tener opinión propia así que su ingenio obró el milagro de dar con una solución que contentase a ambos. Quizá también al Señor, que todo lo ve y todo termina expuesto a su criterio. Grillo que matase, grillo que recogiese del suelo y guardase en un vasija ancha de barro que haría las veces de túmulo cóncavo de grillos inevitablemente sacrificados. Una vez que la vasija estuviese llena la arrojaría a la ancha tierra de Castilla. Como si de un enterramiento protocolario se tratase.
Este episodio juvenil, baladí y tal vez frívolo en el fondo, marcó indeleblemente el alma sensible de Vicente Jesús y treinta y poco años después, en las selvas del traidor Amazonas, siendo Capitán de un regimiento de Artilleros de su Majestad el Rey, acabaría recordando los grillos del patio mientras se entregaba, varonil y heroico, a esquivar, con desigual fortuna, con saltitos torpes, los cuerpos ensangrentados, devastados por la pólvora, de la población indígena que alfombraba, como grillos, la tierra glauca de la selva.
Y el Señor, nuestro dios, en su Gracia Infinita, le habló al capitán Sotomayor en sueños, pues así en ocasiones se manifiesta según tenía entendido. Indio que matase, indio que arrumbara en un carro y arrojase después a la ancha Amazonia, luego de bendecir su alma impía, en algún remanso del río, a la sombra, a salvo ( mayormente ) de las inclemencias y los rigores de los dioses astros.
VARGAS BLUES BAND : Lost & Found
24.4.07
9 SONGS : Polvo de estrellas en la Antártida
Winterbottom es rupturista hasta donde deja de serlo para ser rutinario, reformador de un discurso ya existente que tuvo su primoroso cénit a finales de los sesenta y en los primeros setenta: flower power, hippies, riffs de guitarras y subidones de LSD para sincronizar el cuerpo con el espíritu libre del cosmos. Místicas de cuatro minutos con Jimi Hendrix, Jim Morrison o Janis Joplin como sacerdotes de la liturgia.
9 songs es sexo, drogas y rock and roll. Falta Ian Dury. Por lo demás, aquí hay una apología tozuda de la piel como casi único vehículo de comunicación entre una pareja. El discurso underground, indie o como se quiera llamar tiene puntos de derrumbe por todos lados porque ( tal vez ) esto no sea una película, o al menos una película en el modo en que yo entiendo las películas, sino un híbrido curioso, aburrido, a ratos eléctrico y, al final, decepcionante entre el documental sobre estrellas del rock sobre un escenario y el erotismo hardcore ( o el porno softcore ).
Si pongo la MTV y veo un concierto de Black Rebel Motorcycle Club o Franz Ferdinand ( cuyos discos poseo ) no pasaría peor rato. Esta vez, al menos, la vi en formato dvd y no tuve que salir del cine malhumorado.
Manifiesto de posadero
Lo que arrancó como un inventario aleatorio de reseñas cinematográficas ha mutado en inventario aleatorio de reseñas cinematográficas salpimentadas de escritos de naturaleza caótica porque este escribiente es, ante todo, verborreico, dinámico-sintáctico, público y exhibicionista. El pudor no existe: no cabe aquí su olor rancio a cajón cerrado. Si a ti no te incomoda leer, a mí me fascina escribir. Llevo haciéndolo toda la vida, que yo recuerde. Y me queda toda la vida para insistir en el vicio. La escritura es eso: un vicio íntimo, una especie de eyaculación mental, con todo lo positivo que tiene eyacular en este mundo nuestro de censuras, stress y tedio.
Yo, en todo este asunto, no opino como Rilke: a mí esto no me empobrece. El blog no me mengua, aunque él gane en entradas y comentarios y yo pierda en sueño. Todo se da por válido. Todo va a beneficio de bitácora. Cuanto más lectores tenga, menos mía será esta página. Coincido con Borges ( otra vez ) en aquello de jactarse de lo leído y no de lo escrito. Yo me enorgullezco de tener algunos fieles lectores que ya voy viendo detrás de esta pantalla madre. Alguno hay que acude a visitarme y yo le doy siempre posada. Esta es vuestra casa. Yo hago de novicio posadero. Y a lo tonto, como quien no lo busca, ya ha habido doce mil huéspedes en esta posada, en este espejo ya medio año abierto.
Annabel Lee ( al acabar el Día del Libro )
Hace catorce minutos que acabó el Día del Libro. Murió sin que sepamos si alguien abrazó verdaderamente el amor por la Literatura, aunque se acercara a alguna librería y echase mano al bolsillo para comprar un libro. Nada de esto podemos saber. En todo caso, hace catorce minutos - ya quince probablemente - que empezamos el Día Siguiente al Día del Libro. En fin. Yo, para incomodar la rutina y las obligaciones, no he comprado hoy ninguno. Mañana, tal vez. Inventos para ocupar reseñas en los periódicos y entradas en las bitácoras. Arriba cuelgo el inmortal poema de Edgar Allan Poe "Annabel Lee": de su puño y su letra. Y ahora cierro el blog y cojo un libro de cuentos y me voy a la cama a leer El gato negro. Así haré. Hasta mañana, amables lectores.
23.4.07
Cuba: Puccini en el malecón
La mezzosoprano Fidela Rocabruna bebe agua de Seltz en los entreactos: la bebe a morro de un garrafón enorme, la bebe con ímpetu wagneriano, la bebe sin decoro como si un coro de cien eunucos le atronaran en la oreja un aria de Verdi. La mezzosoprano Fidela Rocabruna casó joven y estilizada, cincuenta kilos y un par de buenas tetas, pero pronto entró triunfalmente en mullidas carnes, ensanchó el antaño glamuroso pecho y recibió alagos de la prensa del ramo, que dijo que un tórax henchido imposta con más oficio la voz y timbra mejor los graves. Una guerra le robó el marido y los tours la obsequiaron con una bochinche de fieles que la siguen al Japón o la República Dominicana. La mezzosoprano Fidela Rocabruna no fuma, nunca fuma, jamás fuma. O fuma en muy exepcionales ocasiones: en las embajadas que España ha repartido por el mundo, en los teatros de cien capitales del mundo y en los servicios de caballeros de embajadas y teatros. El ansia carnal de la mezzosoprano Fidela Rocabruna la mitigan ocasionales amantes que luego se esmeran en contar en los entreactos cómo la diva, en el cénit, en el climax del acto lúbrico, se va en arpegios y suelta por su boca extractos brevísimos de Carmen o de Rigoletto. La mezzosoprano Fidela Rocabruna ha firmado un contrato fastuoso para llevar la obra de Puccini, ahora que se cumple algún aniversario, por los confines del globo. Se ha comprometido en hacer una gira por La Habana, engolosinar con su canto lírico a los mozos más sensibles que paseen su soledad por el malecón.
22.4.07
ALPHA DOG: Entre la cirrosis y la sobredosis
La historia es la de siempre, pero aquí está contada con cierta gracia: se advierte un interés por salirse del libreto y ciertamente, al final, gustándonos o no, se acepta que Alpha Dog no es una película más de mozalbetes acelerados, titánicamente empalmados y destinados a ser carne de presidio a menos que un subidón de speed los abotargue en uno de esos sillones de no sé cuantos miles de dolares que ornamentan las calles high-tech de estos niños ricos metidos a capos de la droga porque de pequeños no leyeron a Michael Ende ni tuvieron generosas raciones de cariño maternal mientras la tele rumiaba episodios de Looney Tunes. Y si así funciona la juventud que Cassavetes retrata no es por imperativo del azar o no es por causa de una revolución social o cultural al modo en que lo hicieron sus padres en los míticos finales de los 60. El aturdimiento moral y la estupidez patológica de estos niñatos con 4x4 en la puerta y cadena de sonido mastodóntica en el salón obedece a la estulticia absoluta de sus padres.
La enseñanza del film ronda esa idea: estos hijos descarriados nunca han tenido una familia como Dios manda. Así se observa en muchos tramos de la película. Incluso el más desquiciado de sus protagonistas ( Ben Foster como hermano psicotrónico y colocado a tiempo total ) llega un momento en que confiesa que hubiese querido tener una madre que le sobreprotegiera y le diera mimos en la cama. En otra escena, una niña casi precipitada al abismo aporrea la puerta de su casa y sólo consigue que su madre, que celebra el aniversario de boda y le ha pedido que se ausente por unas horas, interrumpa el fornicio con el marido y frene el extra de speed y de pastillas que ha tomado para que la fiesta sea completa. La madre, queda comprendido, la manda a tomar por el culo, burdamente dicho.
En otro orden de cosas, o es el mismo, Cassavetes se esmera en regalarnos un desfile alucinante de desechos humanos, críos estúpidos y con escaso riego sanguíneo en la zona del cerebro que rige la cordura y el sentido común. Críos que hocican el morro en la cerveza ( beben a mansalva durante todo la película ) o en la marihuana ( fuman sin parar al tiempo que beben ) cuando un problema se les presenta de frente. Críos que consideran el sexo un capítulo añadido al viaje psicodélico, pero sin hacer ritos de los placeres ni santificar el goce absoluto de la carne: follan como beben y fuman como follan, crudamente dicho, por supuesto.
En este hilo de las cosas, hay un secuestro y una venganza que no terminamos de ver resuelta porque la ley atrapa al delincuente y no hay al final mocoso que no tenga su pañuelo penitenciario. Bruce Willis, que sale poco y sale contenido, es el padre-modelo de toda esta gentuza agilipollada que ve en Tony Montana, el héroe bruto del Scarface de Brian de Palma, el icono representativo de su discurso vital. Hasta en algún momento vemos un póster de la película: quizá el único referente metacultural de este gremio de psicópatas. Sharon Stone es una madre mal dibujada, excesivamente protectora, como sacada de un libro de arquetipos de psicología de baratillo. Ambos están lejos de soportar peso alguno en la trama y se pierden en papeles breves y muy innecesarios. Desastrosa, por no creíble, la aparición de Sharon Stone, engordada, maquillada hasta que parece una parodia de maquillaje, como madre devastada por la pérdida del hijo.
Que todo esté basado en hechos reales no nos impide apreciar las buenas intenciones de la película. Toda su posible bondad, su legítimo intento de que parezca cine de calidad, está lastrada por un dramatismo a veces impostado, por personajes que sobreactúan o por cierta concatenación de situaciones que inevitablemente conducen a un final que está ya previsto a los pocos minutos de película.
21.4.07
LA VIDA DE LOS OTROS : El corazón del verdugo
Florian Henckel von Donnersmarck escribe sin involucrarse en exceso: se le advierte más a favor de no perder el hilo de thriller del film que de testimoniar una crónica política. Su historia, admirable, conmovedora, es la historia de todo soldado en algún momento de la contienda: la sentimentalidad hacia el otro, la fragilidad de su doctrinario y la toma de conciencia de la naturaleza conflictiva de su adversario. El vigilante comprende la futilidad de su vigilancia, pero el recorrido que va del hostigamiento a la redención destroza hogares y arruina el futuro de un país.
No soy un entusiasta del film: quizá ha sido vendido con un exceso de fanfarria. Entiendo que le arrabatese el Oscar a mi amanda El laberinto del fauno. Siendo ambas películas dramáticas con un trasfondo político, la alemana suscita un más elevado número de lecturas y hace un más sobrio uso del material cinematográfico. Cuando Del Toro es barroco y visualmente triunfalista, Henckel von Donnersmarck sólo precisa un guión asombrosamente preciso, que no adopta en ningún momento giros inesperados y que trata con mimo y elegancia un problema tan enorme: el secuestro de la libertad de un pueblo, la censura como único notario de la actualidad, el miedo como rutina para afrontar el vértigo insoportable de la decadencia.
Y el Arte, la Belleza, la palabra elevada a su altar más hermoso, planea sobre las vidas de todos los personajes. El dramaturgo con conciencia socialista, pero asqueado de la barbarie del régimen, la actriz con la que vive, icono de rebeldía, sospechosa de fomentar con su desparpajo escénico y mediático las simpatías de los indecisos o los ignorantes, y ( sobre todo ) el agente de la Stasi, el militar encargado de vigilar la vida de los otros y que termina, cual inverso Sindrome de Estocolmo, congraciado con la causa ajena, indeleblemente desarmado de su odio y manumitido de toda forma de violencia. Esto es, poetizado.
El final del film es muy hermoso. Se entienden con detalle los asuntos que la película va planteando. Y sale uno del cine con un peso enorme en la conciencia y la tranquilidad de que el Arte, la belleza, el Amor o como queramos llamarlo triunfa sobre las ideas. Éstas aquí contadas, la historia de la RDA, no son excesivamente diferentes a las vividas en esta España nuestra de la posguerra. Eso también me ocupó en mis reflexiones. Y llovía al salir del cine.
Tarados con munición
Emilio Calvo de Modigliani
20.4.07
Message in a bottle ( THE POLICE ) : Tocada en vivo por primera vez.
Ahora que vienen The Police ( 26 de Septiembre, Barcelona, entradas agotadas ), está bien recordar.
The secret marriage
blandieron el amor como una fiebre
que les ocupa una vida de temblores
tímidas historias de persianas
que abren y cierran júbilo y espanto
ausencias meritos desplantes besos
un país siempre secreto
una boda breve
el mar transitable
18.4.07
BIENVENIDO, MR. MARSHALL: Por el dinero baila hasta el perro....
Méntula alada
Dios, que condena la concupiscencia, habría borrado de un solo gesto castigador el instrumento de la infamia, la méntula monstruosa. Cuestión aparte, y Dios no se involucra en minucias, es que tras el miembro cercenado manase un caudal insoportable de sangre por el que, en torrente, fluya, en fuga, la vida. El miembro libertino de Isaac Montenegro fue recogido por Ignacio Buendía de modo que, tratándolo como lo hizo, con mimo y maneras, lo recuperó si no para el fornicio y el estipendio carnal, sí para la exhibición y la admiración pública. La taxidermia consigue éstos y otros prodigios, solía comentar a quienes le felicitaban por su trabajo. El miembro puede todavía observarse en un cajita no mayor que un brazo y finamente revestida de un repujado costoso y muy agradable al tacto y a la vista. Circula el rumor de que hay noches en las que la méntula huye de su cautiverio y, sin concurso de otro organismo, recorre, como espectro alado, las calles y, de rondón, preña mozas y mancillas honores de efebos de muy probada candidez, pues sabido es que no atendía el señor Montenegro a examinar si era varón o era hembra el destino final de sus fiebres.
17.4.07
ANACONDAS, LA CACERÍA POR LA ORQUÍDEA SANGRIENTA: Bodrio sin chicha
TRISTAM SHANDY, A COCK AND BULL STORY: Desmadre, irreverencia, colocón.
Ligeramente escorada a la forma en que Peter Greenaway entiende el cine, Tristam Shandy ( A cock and bull story ) no salpimenta su osadía formal con absurdos continuos, con regresiones de la lógica e insólitos tirabuzones narrativos. El film se busca en otros y regresa, ufano, a su inconveniencia dramática, a cierto espacio culturalista entre lo satírico y lo plácidamente jocoso, entre la irreverencia bien urdida y la despreocupación por contentar y hacer un producto redondo.
Michael Winterbottom acude un clásico de la novelística inglesa con fama de ser prácticamente intraducible al lenguaje cinematográfico ( La vida y opiniones del caballero Tristam Shandy, de Laurence Sterne ), pero no uno avenible al patrón sumario de la ortodoxia sino a una decantación ágil y viperina del espíritu enciclopédico, reconduciendo la historia original hacia una fragmentación impuesta, embebecida de cine, moderna, metalingüística, donde el desorden festivo y, sobre todo, una confesable celebración del lenguaje, ya que trama sustentable y arquetípica casi no existe.
Aburrida en su inicio, cuando se nos plantea la grabación de la película que sirve de leivmotiv del film al que nosotros asistimos, despierta cuando Winterbottom tropieza alegremente con los entresijos, con la bambalina pura de los actores que hacen de actores. Y aquí el film asombra, que no quiere decir que dentro del asombro atisbemos calidad o gozo. Este capricho de cineasta joven y ya curtido en algunos sobresalientes batallas ( Wonderland, Código 46, 24 hour party people, Camino a Guantánamo o Nueve canciones ) funciona mejor como postre liviano y goloso, como divertimento menor, que como primer plato porque se degusta con burlona autocomplacencia, a sabiendas de la dificultad del empeño y dando consentidos guiños a la naturaleza inofensiva del producto.
Los legítimos deseos de mezclar drama clásico y discurso metadiscursivo, déjeme el lector acuñar este excesivo reclamo semántico, producen humor ( lo hay, querido lector, lo hay a raudales, aunque no siempre hilarante y desternillante )y hasta crítica dentro de la película hacia la propia película ( Escena primera hilada con la última ).
Lástima que no sea entendida siempre y que algunos espectadores, entre los que no deseo incluirme, la ninguneen por causa de su aparente ( quizá cierto ) caos. Yo, que no conozco en absoluto el texto original, he disfrutado con su primera adaptación a la pantalla.
i
15.4.07
Valkirias sobre el Mekong
Cuando Woody Allen oía a Wagner, le entraban ganas de invadir Polonia. Algo parecido debió suceder con Vietnam. Quizá todo fue una alucinación colectiva suscitada por la malignidad de una melodía.
manque pierda
Hice esta fotografía este Agosto pasado, en Ojén, Málaga. Presidía un rincón en un restaurante perdido en unas callejitas blancas no lejos de la iglesia del pueblo. Y los demás, apátridas, quizá por no recurrir a más grosero término. Mis amigos Joaquín Arrebola y Antonio Linares le harán sentimental aprecio.
Panero on the rocks
La gracia cenicienta de la encina,
hondamente celeste y castellana,
remansa su hermosura cotidiana
en la paz otoñal de la colina.
Como el silencio de la nieve fina,
vuela la abeja y el romero mana,
y empapa el corazón a la mañana
de su secreta soledad divina.
La luz afirma la unidad del cielo
en el agua dorada del remanso
y en la miel franciscana del aroma,
y asida a la esperanza por el vuelo
la verde encina de horizonte manso
siente el toque de Dios en la paloma.
Leopoldo Panero
Woody said
El sexo entre dos personas es una cosa hermosa; entre cinco es fantástico.
El universo no es más que una idea transitoria en la mente de Dios. Es un hermoso pensamiento, aunque bastante incómodo, sobre todo si acabas de pagar el anticipo de una casa.
Sólo se vive una vez, pero una vez es más que suficiente si se hace bien.
Mis padres no solían pegarme; lo hicieron sólo una vez: empezaron en Febrero de 1940 y terminaron en Mayo del 43.
La inactividad sexual es peligrosa, produce cuernos.
La marihuana causa amnesia y... otras cosas que no recuerdo
La única manera de ser feliz es que te guste sufrir.
Hay estudiantes que les apena ir al hipódromo y ver que hasta los caballos logran terminar su carrera.
Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.
Algunos matrimonios acaban bien, otros duran toda la vida.
Trabajo de psiquiatra: actualmente estoy tratando a dos parejas de hermanos siameses que sufren de doble personalidad. Me pagan ocho personas. (Zelig)
El sexo es lo más divertido que he hecho sin sonreír. (Annie Hall)
El hombre consta de mente y cuerpo, pero el cuerpo es el único que se divierte. (La última noche de Boris Grouchenko)
Me gusta leer pornografía en Braille. (Bananas)
¿Existe el Infierno? ¿Existe Dios? ¿Resucitaremos después de la muerte? Ah, no olvidemos lo más importante: ¿Habrá mujeres allí?
El diabético no puede ir de luna de miel.
El matrimonio es como las libretas de ahorro: de tanto meter y sacar se pierde el interés.
Cuando escucho a Wagner durante más de media hora me entran unas ganas de invadir Polonia. (Misterioso asesinato en Manhattan)
¡Oye, no te metas con la masturbación! Es como una relación sexual con alguien a quien amo. (Annie Hall)
13.4.07
BALAS SOBRE BROADWAY : El tahúr enamorado de su manga
Woody Allen se metaproyecta en David Shayne ( John Cusack ) y aunque sea otro el rostro nosotros, hechos a ver la cara de Woody Allen aunque no esté, no precisamos mucho para encontrar los gestos que lo delatan, sus tics neuróticos, su hipocondríaca tendencia a intelectualizar los gags y su fragilísimo territorio de influencia estética.
La pureza y la integridad del artista comprometido con su obra se ve desnucada cuando aparece un capo de la mafia ( el impagable y habitual Joe Viterelli ) con el interesado propósito de sufragar el montaje teatral con derecho a que su amante ( la atolondrada Jennifer Tilly ) tenga su papelito. Para nada se salga de lo pactado por el mafioso, Cheech ( Chezz Palminteri ), su segundo, será quien supervise la rectitud de la obra y las exigencias dramáticas de su jefe, que devienen absurdas, desajustadas del buen gusto.
Esta peripecia argumental posibilita que Woody Allen desenmascare las frivolidades del artista y la idea de que, a medida que vamos conociendo bien su personalidad, adquirimos la verdadera dimensión de su farsa, de su impostura: en este caso con el pardillo y pagado de sí Shayne. Los personajes de Bala sobre Broadway son, en opinión del propio Allen:
"intelectuales de café que se pasaban el tiempo haciéndose preguntas del tipo ¿ Qué salvarían primero, las obras de Shakesperare o la vida de un desconocido ? Les encantaba que sus obras fuesen rechazadas, sufrir y hasta pasar hambre ya que eso les confería el status de artistas, pero la verdad es que ser artista es una cuestión de azar, un feliz accidente de nacimiento. Vivir como un artista no equivale a serlo"
Esta obra maestra de Woody, vehículo perfecto para manejar situaciones histriónicas veladamente patéticas o acontecimientos de naturaleza frívola que celan comportamientos altamente reprobables o hasta delictivos, manifiesta una vez el enorme amor del autor hacia las bambalinas del teatro, a las pequeñas excentricidades del artista tocado por el numen, o que se cree tocado por él.
Woody Allen desmonta ( ahora también se dice deconstruye que suena más hermético ) los mecanismos íntimos de la creación artística, la singularidad del talento y, de camino, entregar a su arrobada platea de fieles un nuevo catálogo de seres estupendos, escorados siempre a la caricatura, pero humanos y nítidamente categorizables.
12.4.07
I read the news today, oh boy
Keith Richards se mete a su padre
Algún antropólogo pasado de anfetas y colgado de algún riff de este héroe del rock estará encantado con su última excentricidad, pero los demás, quienes nos chutamos blues a oído y no en vena, pasamos de estas boutades, anécdotas de viejo cascarrabias que no tiene mucho ya que hacer para reconducir su cerebro gastado. Esnifarse las cenizas del padre con un resto de cocaína está bien en una letra de una canción. La vida real es otra cosa. Ni Jack Sparrow lo aprobaría.
11.4.07
Nubes sobre Lucena
10.4.07
Destino y expropiación: un cuento centenario ( Sobre un libro de tiempos universitarios aparecido en casa )
RY COODER : My name is Buddy
( Foto de Ry Cooder: El Mundo )
5 novedades en DVD
Nueva revisión del cine mafioso de la mano de su exégeta de cabecera, un Scorsese interesado en ser coherente en la línea argumental y no dar rienda suelta a su desenfreno amatorio hacia el gremio que radiografía. La liturgia de la violencia aquí exhibida no es tremendista como en otros films del maestro ( Uno de los nuestros, pongo por caso ).
La musculatura fonética de un Jack Nicholson en purísimo estado de gracia en un papel hecho a su viril medida justifica el visionado de esta película que suscitó, una vez multipremiada, Oscars incluidas, la conversación de barra de bar de cinéfilos sobre merecimientos reales de una cinta estupenda, aunque no la obra maestra esperada. El DVD posee una exquisita edición doble y, ah noticia, es posible encontrarlo en Blu-ray y HD.DVD para disfrute de los nuevos gourmets de los cacharritos de alta tecnología.
ERAGON
Aquí es donde Eragon va a dar el superpelotazo de su explotación comercial. No la sala grande, el templo del cine, sino el salón-comedor, la salita de invitados o incluso el dormitorio con lcd pequeñito y dvd debajo. Su falta de pretensiones no es óbice para echar un rato divertido, en casa, pongamos un sábado por la tarde. Y si en mitad de los vuelos místicos y épicos de la dragona uno da una cabezada, bien dada estará. Sueños en mil y pico líneas. Sueños en Blu-Ray. Sueños en dolby-surround.
CASINO ROYALE
Si en cine ya barrió, este Bond en disco será la bomba. Y es que es el mejor espía de su Majestad de la Historia. Daniel CRaig ha sido un descubrimiento, aunque haya quien ( claro está ) le ponga su miguita de repulsa. Las pantallas de plasma del siglo XXI van a hacer plum plum con plam plam en el postre cuando este galán musculado y culto alumbre proezas en casinos de la Europa del Este y en camas de burguesas aburridísimas con ganas de carne sajona entre sus muslos. Muy bruto me ha quedado, pero ése es el espíritu de la serie, de la franquicia y de la mitología levantada alrededor de este personaje tan popular.
Su metraje excesivo, 144 minutos, promete ocio palomitero en el butacón preferido, el de orejas. El home cinema de marca amortizado en cada ráfaga de testosterona.
EL PERFUME
No es redondo: que más quisiera, pero tampoco hay lagunas excesivamente inconvenientes. El perfume se deja ver y da a quien no tuvo la valentía enorme de acudir a la sala grande un entretenimiento garantizado, sobrio, que no entusiasma ni ofende, aunque el olvido, ese dios justiciero y plenipotenciario, la arrumbe más tarde al sótano de los placeres inútiles.
La versión en DVD es estupenda. Hay un making of de 14 minutos que da la idea de cómo es un rodaje en un film de estos presupuestos ya tan holgados.
SALVADOR (PUIG ANTICH )
Golosina de coleccionista, DVD de campanillas. Le falta una noche en la Riviera francesa con un Aston Martin en la puerta y go-go's de softcore capitalista en la puerta de la suite, champán por cuenta de la casa. Por lo demás, dejemos las frivolidades, hay una edición cuidada al detalle. Escenas en el original de la época ( 8 mm. ), escenas eliminadas, tomas falsas, videoclips, entrevistas, audiocometarios del esforzado director Huerga y el inevitable making of ( ¿ Por qué acudir al inglés, que al final y al cabo me da a mí y a los míos de comer desde hace ya unos añitos, si tenemos soluciones semánticas domésticos válidas ? ).
La historia de Antich Puig, el último ajusticiado de España por causas políticas y con el vil garrote vil, se constituye como un ejercicio catártico, necesario, escorado al thriller, pero didáctica y honesta a más no poder.
9.4.07
DIARIO DE UN ESCÁNDALO: Nuevas crónicas vampíricas
Diario de un escándalo progresa lenta pero afianzadamente sobre unas presupuestos delicados que, en otras manos, con otras miras, hubiese podido engendrar un vulgar telefilm de factura chillona con abundantes evidencias de reality show en su descarnado metraje.
Acudiendo a un prontuario frívolo sobre la educación en este siglo XXI, podemos decir que la película es un reflejo de la ligera moralidad que nos inunda: de cómo los instintos son los motores de nuestros actos, aunque en este caso la joven idealista y bobalicona ( Cate Blanchett ) nunca nos parezca mala del todo, a pesar de haber contribuido con su anuencia a que un joven quinceañero se la trajine con repetida insistencia en un ardoroso aquí te pillo-aquí te mato.
El chantaje sentimental que la profesora vieja ejerce sobre la nueva conduce todo el interés del film: la perturbada soledad de la profesora levemente lesbiana que se excita con la posibilidad de esclavizar la voluntad de su chantajeada posibilita un avance ágil de la historia, nada melodramático, lastrado tal vez por una interesante pero al final muy pesada voz en off de la narradora omnímoda de la trama, la vampiresa, el demiurgo feliz de la tragedia que su perversión ha creado. La magistral Judi Dench recrea con pasmosa naturalidad un personaje odioso, ambiguo, malvado por naturaleza, sorprendido en la cuesta final de su vida con el himen intacto y la mala leche acunada en esa mirada homicida que arrastra durante buena parte del film.
La intensidad del drama psicológico abierto no decae en ningún momento: suscita discusiones de amplio calado social como la relación sexual con menores o la sórdida anuencia de quienes por uno u otro motivo sacan partido de esta disfunción.
La escasos escrúpulos de la profesora joven a la hora de dejarse trajinar por el muchacho no son menos escandalosos que la permisividad interesada de la profesora al tanto del desmán, que juega sus cartas con premeditación, consciente siempre de que el juego está escrito por ella y ella establece las reglas, los actantes y hasta la duración. Hay una escena particularmente significativa: Bárbara, así se llama el personaje que interpreta gloriosamente, ya hemos dicho, Judi Dench, se sienta en la escalera de la casa inevitablemente inglesa en donde la tragedia ha incorporado a la madre del alumno recién pervertido: ésta acude para darle una paliza a la profesora inductora. El espectáculo es sublime a los ojos de quien ha caligrafiado todas las letras de la obra.
Se pierden estas notables evidencias de buen cine y de estupenda historia cuando la película anuncia su retorcido final, su renuncia a ser sincera consigo misma, porque lo que nos da, en pago a más de una hora de atractivos argumentos, es un final resultón, donde todo se deja conducir hacia la mansedumbre del perdón y donde todos los personajes recobran, a beneficio de butaca, la tranquilidad, la paz interior desde la que comenzaron.
Unas Sonus Faber
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