5.2.07

APOCALYPTO : Alucinación pre-colombina, gore académico







Lo que Mel Gibson nos propone es un viaje a un subidón de peyote o a una de sus muchas lisergias por exceso de ego, pero Apocalypto es un obra de arte absoluta, un artefacto multidisciplinar que extrae lo mejor del cine de aventuras de toda la Historia del Cine, que ya es Historia, para dejarnos tan exhaustos como satisfechos, complementamente ebrios de jungla y de orgullo primitivo por gracia de un montaje prodigioso en un lenguaje ya conocido, pero revisitado aquí con astucia, pericia y mano ferrea para que salga todo perfecto.
Gibson necesitaba muy poco para irse por los cerros del Yucatán y facturar un blockbusters de mayas en peligro que únicamente hubiese contentado a la tropa adolescente golosa de gore con fuste.





Apocalypto habla de muchas cosas, aunque nunca hace las veces de altavoz pedagógico de una época ( la civilización maya ) por mucho que algunos hayan querido desmontar este tinglado alucinante de cine puro y duro con discursos que apelan más a la controversia absurda. No vamos al cine ( yo, al menos, no voy nunca al cine ) para que me enseñen cómo fue la vida de los eunucos o de los soldados de Cristo o de las tropas de Hitler en Stalingrado. No es que ignore toda ese rico utillaje cultural: lo aprecio en la medida en que el aprendizaje nunca sobra y vale más que sea lúdica y festivamente, pero el cine ( o la literatura ) es ficción y Apocalypto exhuma ficción: la ficción le chorrea por todas las lianas de la jungla y por todos los litros de sangre que Gibson ha tenido que comprar en Internet para que la película sea lo bastante cruda. Sin esa crudeza, me temo, igual no nos la hubiéramos creído. Yo creo. Y hermanada a la creencia va mi disfrute en la sala de cine.
Hacía mucho tiempo que dos horas no pasaban en diez minutos. ¿ Hay mejor crítica de una película ?Leí que siendo los mayas astrónomos consumados no debía pillarles por sorpresa un eclipse, como pasa en el film. Es posible que fueran astrónomos consumados, pero el eclipse es el mcguffin de Gibson para que Garra de Jaguar tenga cien minutos más de película para que todos disfrutemos con su vértigo selvático, con su carrera por la vida, por su coraje y por su mujer, que alumbra en una apoteosis de lluvia un hijo submarino. No se puede pedir más.





Leí también que era predecible y simple, lineal y voyeurista. Añado yo: es explícita, pornográfica en su sólido muestrario de detalles y, muy escoradamente, épica porque nuestro héroe corredor es el demiurgo, el dios posible, el hombre que ha venido al mundo para no dejarse arrebatar la vida, aunque un ejército pequeño de sanguinarios den la suya para ejecutar una venganza y consumar un capricho.
Gibson ha recuperado la Historia ( o una historia ) de los mayas, pero lo que se narra es la Historia de la Humanidad, que es la supervivencia de unos por la injerencia cafre y animal de otros. Para finiquitar la trama, a Gibson no se le ocurra otra cosa que darnos una ración de barcos españoles en la playa: como si nos viésemos en el espejo, pero Garra de Jaguar y su familia lo tienen claro: van a esconderse en el bosque y buscar un nuevo comienzo. ( Absténganse lánguidos de espíritu, impresionables de corazón y dejen que los demás les digan la suerte que tuvieron al perdérsela )



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