28.2.07
El jazz está siempre detrás de un biombo
El trabajo más sencillo de Steven Spielberg
Historia del cine
Ver en un escenario a estos cuatro genios hace pensar qué es el cine. No tardo mucho en barruntar una respuesta: el cine es el espejo de los sueños y no trato de hacer publicidad de esta página personal de cine y de otros vicios confesables, como dice la cabecera. Lo que uno no vive y, en ocasiones, se nos cruza en sueños, está en el cine. O está en la Literatura, que es el abrevadero fundamental del lenguaje cinematográfica. Sin guión, no hay nada. Si no, id a ver Inland Empire, que tiene uno confuso, abigarrado, cómplice de la locura ya no transitoria de un director también genial como éstos, pero infinitamente más egoísta.
Scorsese, Spielberg, Lucas y Coppola han hecho cine para las masas. Y si ahora me pongo a enumerar películas de estos cuatro hombres tan trajeados cito ( con toda probabilidad ) algunas de las mejores de la historia del séptimo arte y, por supuesto, muchas de las que han emocionado y llenado la vida de este escribiente.
Pues no me muerdo la lengua, y arranco. El amable lector pueda colocar detrás de cada título el nombre de su autor.
Hook /THX 1138 / Taxi driver / La lista de Schindler / Rebeldes / Tiburón / Apocalypse now / En busca del arca perdida /La ley de la calle / E.T. el extraterrestre / La guerra de las galaxias / Toro salvaje /Atrápame si puedes / Gangs of New York / Munich / Casino / La conversación / El padrino / La terminal /Peggy Sue se casó / Parque jurásico / La edad de la inocencia /Legítima defensa / El último vals /La guerra de los mundos / La última tentación de Cristo / Encuentros en la tercera fase / El cabo del miedo / Salvar al soldado Ryan /Drácula de Bram Stoker / Uno de los nuestros /Cotton club / Minority report / Al límite / No direction home / American graffiti / 1941
Alguna me dejo, pero aquí están las que de una u otra forma han sido relevantes para mí. En otros tiempos, en otras circunstancias, también hubiésemos querido ver en un mismo escenario, compadreando, dándose unas palmadas en la espalda y echando unas risas a Alfred Hitchcock, John Ford, John Huston y Orson Welles. Tres de ellos se fueron al otro mundo ( y no dudo que allí estarán documentando la aspereza de las nubes ) sin que la Academia, menuda panda de gentuza cuando les da la gana, les diese ( en vida ) galardón alguno.
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En esa nómina de agravios, en el listado de los huérfanos de galardón, me quedó Kubrick. Tampoco quiso el azar en forma de Academia darle nombradía. Ellos se lo pierden.
26.2.07
INLAND EMPIRE : Teorías del caos
No tengo ganas de desbaratar la curiosidad ajena así que no voy a destripar el argumento. Tampoco tengo la certeza de que pudiera. No sé en qué estado de trance narrativo hay que estar para acertar con los verbos adecuados, con los adjetivos justos que expliciten una síntesis, una sinopsis o como quieren ustedes decir.
Su generoso metraje da para querer marcharse o querer que dure una hora más, según el ánimo. Quedamos entonces en que esta película es un reto a nuestra paciencia o un regalo para nuestro morbo/masoquismo. He leído comentarios en la red que dan completa información ( sesuda, pensada, exquisitamente escriturada ) sobre el film y otros que, afortunadamente, se alían con mi desencanto o con mi perplejidad.
Inland empire ( ya voy terminando ) igual merece revisionado. Como algunas películas de Dreyer o del más robusto y personal Cronenberg. Importa escasamente que salga Laura Dern ( que son treinta mujeres en una o no es ninguna mujer y todo es un retorcimiento poético de nuestra mente alucinada ) o mi muy querido ( salvo en Eragon y algún otro viaje al cine edulcorado de los alumnos de primaria ) Jeremy Irons.
Lo que tengo muy claro es el tremendo juego que da Lynch al bloguero aburrido ( hoy con ojeras por el tremendismo horario de los Óscars ) o al cinéfilo responsable que quiere, a pesar de las inconveniencias, dar siempre y en todo lugar un mensaje claro, nítido, decodificable.
Yo me abstengo: me arrobo la legitimidad de no pronunciarme. Que opinen otros. O esto es una opinión: la única, tal vez. Todo lo demás es un ejercicio funambulista de pecados no limpiados, de mujeres al borde de un ataque de Lynch, más bien.
Prometo que la veré en breve con una mentalidad menos contaminada. Si es posible. Y escribiré ( como Dios o Billy Wilder mandan ) otra entrada en mi página, otra reseña en esta cada día más completa página de cine en la red.
A beneficio de inventario cinéfilo.
25.2.07
THE WICKER MAN : Las chicas son guerreras
Un policía traumatizado por la muerte de una madre y su hija en la carretera sin que él haya podido evitarlo sufre una depresión enorme de la que se ve súbitamente liberado cuando recibe una carta de una antigua novia que le pide que acuda a una isla costera del Pacífico ( Summerslide) para buscar a su hija, que luego resulta ser de ambos, que ha desaparecido. La isla es una comunidad que vive bajo un matriarcado mágico, sujeto a una serie de leyes ajenas a la lógica civilizada del policía. Rituales paganos y una muy precisa jerarquía de tipo religioso confunden al policía hasta el desenlace final, que tiene un interés y que no vamos a destripar canallamente aquí.
Lo malo de The Wicker man es que el final es previsible desde los primeros minutos. Todavía siento admiración por ese tipo de películas que enredan el argumento al punto de que uno se siente al final imbécil por no haberlo visto antes, digamos. Aquí todo está claro, aunque haya un punto inédito ( uno leve, previsible también para mentes más agudas que la mía ) que levanta la impresión general unos puntos. Muy meritoria ( por artística y por evocadora de mundos que la película curiosamente, aún buscándolos, no recrea ) la localización de exteriores ( una isla en la Bahía de Vancouver cerca de la frontera con los EE.UU. ) y la fotografía de Paul Sarossy.El papel de Ellen Burstyn ( la supuesta reina abeja de la comunidad ) es risible como también lo es la escena final en la que todo comienza de nuevo, aunque nosotros ( espectadores ya puestos al día de las intrigas y las maquinarias perversas de estas amazonas místicas ) ya sabemos a dónde conduce y con qué desaprovechados modos.
THE ALLMAN BROTHERS BAND : AT FILLMORE EAST ( 1971)
24.2.07
Glamour
James Cameron y Peter Parker
John McClane ataca de nuevo
Bruce Willis está ya vestido de John McClane: no le hizo falta engalanarse. Le bastaba una semana sin afeitarse y un repertorio lo suficientemente maltrecho de camisetas blancas de tirantes. Lo demás, lo previsible: una ración generosa de explosiones, ultimátums al mundo y terroristas de mala madre que terminan hechos trizas por la pericia de nuestro héroe urbano favorito. El título será Live free or Die hard.
Esta caricatura y otras están en esta página.
El lado oscuro de la fuerza estaba en esto
PIRATAS
A esta publicidad fabulosa sobre los efectos de la piratería en el cine le ha salido un público respondón que, en comentarios a pie de foto, se cuestionan si verdaderamente Angelina Jolie estará, por mor de los bucaneros, mendicando en los calles. De lo que no cabe margen de duda es de la fabulosa idea de la empresa Kalahari. Que Darth Vader, Superman y Lara Croft terminen como les vemos en las fotos evidencia un mal endémico en la industria del cine y en el modo en que el usuario decide recibir, que no adquirir, el material que factura. Como hay mucha tela que cortar y no hemos recibido suficientes clases de sastrería mediática, dejamos la controversia para otro post y para que el amable lector opine. Lamentable, por inevitable, es que videoclubs, salas de cine y ediciones de películas en dvd para venta estén sintiendo en carne propia ( lacerantemente ) el rigor de esta moda puntual que no se está atajando y que quita al comensal habitual del pastel de las ganancias cucharadas que eran suyas. Todos vemos cine. No es objeto de esta reflexión indagar cómo, pero ¿ quién está comiéndose el pastel ? ¿ Y quién está permitiendo que sean otros los comensales ?
23.2.07
Oscars 2007 a 2 noches vista
Road to the Oscars, they say:
Infiltrados
Pequeña Miss Sunshine
The Queen (La reina)
Cartas desde Iwo Jima
Leonardo DiCaprio ("Diamante de sangre")
Ryan Gosling ("Half Nelson")
Peter O´Toole ("Venus")
Will Smith ("En busca de la felicidad") : Porque salva, él solo, una película enclenque.
Forest Whitaker ("El último rey de Escocia")
MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL
Penélope Cruz ("Volver") : Porque parece que la hemos parido nosotros.
Judi Dench ("Notes on a Scandal")
Meryl Streep (El diablo viste de Prada)
Helen Mirren ("The Queen")
Kate Winslet ("Little Children")
MEJOR ACTOR SECUNDARIO
Alan Arkin (Pequeña Miss Sunshine)
Eddie Murphy ("Dreamgirls")
Djimon Hounsou ("Diamante de sangre ")
Jackie Earle Haley (Little Children) : Porque hace humano un personaje crudo y repulsivo.
Mark Wahlberg ("Infiltrados")
MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA
Adriana Barraza ("Babel") : Junto con Rinko Kukuchi, porque emociona con gestos, como los actores excelentes hacen
Cate Blanchett ("Notes on a Scandal")
Abigail Breslin (Pequeña Miss Sunshine)
Jennifer Hudson ("Dreamgirls")
Rinko Kikuchi ("Babel")
MEJOR DIRECTOR
Clint Eastwood ("Cartas desde Iwo Jima ")
Paul Greengrass ("United 93")
Stephen Frears ("The Queen")
Alejandro González Iñárritu ("Babel")
Martin Scorsese ("Infiltrados") : Porque lleva años detrás y porque, encima, no lo hace peor que los demás
MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
Cars
Monster House : Porque es cine de animación para toda la familia ( adultos también )
Happy Feet
PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA
Días de Gloria
Después de la boda
El laberinto del Fauno : Porque son dos películas en una y las dos son perfectas.
Agua
Las vidas de otros
GUIÓN ORIGINAL
Guillermo Arriaga ("Babel")
Iris Yamashita, Paul Haggis, Tadamichi Kurivayasi (Cartas desde Iwo Jima )
Michael Arnt (Pequeña Miss Sunshine)
Guillermo del Toro (El laberinto del fauno) : Porque hay hadas y fascistas, y esa mescolanza es muy difícil de escribir.
Peter Morgan("The Queen")
GUIÓN ADAPTADO
Borat
Hijos de los hombres
Infiltrados : porque es un guión compacto, serio, meticuloso ( da igual que lo acusen de plagio )
Juegos Secretos
Diario de un escándalo
Los tres amigos
Lynch y la pureza
Cuanto más puro, a juicio de ciertos críticos, es David Lynch, menos entiendo sus películas.
Las aprecio, me fascinan incluso, pero me resultan inasequibles. Me quedé en Blue velvet. O en la televisiva Twin Peaks. Mulholland drive me pareció visualmente perfecta. Todo lo demás, entender las tramas, proseguir las líneas argumentales ramificadas, su imaginario estético y moral, se me pone cada vez más cuesta arriba.
¿ Alguien tiene alguna luz para este ciego reciente ?
JUEGOS SECRETOS : Pecados de barrio
El pedófilo recién excarcelado que regresa a su barrio y no oculta su desviación, las amas de casa salidas que retozan en el banco del parque con un ojo puesto en sus hijos y un apuesto papá entreteniéndoles el otro, el expolicía desequilibrado cuyo trabajo es hostigar al pervertido y, sobre todo, la historia de amor adúltero de Brad ( Patrick Wilson ) y Sarah ( Kate Winslet ) a la que hace referencia el inconveniente título español ( en inglés encontramos un más conforme a la trama Little Children ), que ocupa mucho de este excesivo metraje, pero acaba convertida en una abusiva ( aunque bien fotografiada ) refriega carnal a escondidas de los hijos.
Sarah no es la Emma Bovary que se cree: su halo de fatalidad es distinto y sus maneras de ama de casa frustada por un matrimonio inexistente ( no hay una sola escena en la que ambos se manifiesten como tal salvo cuando el marido es pillado con las braguitas en su cara haciendo onanismo digital ) también difieren del personaje de Flaubert..
Brad es un fracasado, pendiente de contentar a su mujer y conseguir ya por fin su título de abogado y desbordado por su papel de padre responsable y encasillado en la rutina de lo que, a ojos de la sociedad en la que vive, es tarea de su esposa.
Juegos secretos entrega momentos de cine exquisito, bien filmado, estupendamente construido y de muy bella factura. La escena en la que el pedófilo entra en la piscina es, aparte de un homenaje indisimulado al Tiburón de Spielberg, un magnífico detalle de lo que Todd Field quiere contar, y que ya apuntó en la sobrevalorada En la habitación, la hipocresía de la comunidad, que defenestra al prójimo por mor de salvaguardar su estado de vida y la moralidad que lleva aparejada cuando a lo que asistimos es a una exhibición impúdica de los pecados que los laceran. En el fondo, Field incluso se atreve a dibujar el perfil de pedófilo de una manera más humana ( estupendo el actor Jackie Earle Haley ) para poner sobre la mesa el laberinto de emociones de quienes se arrogan el derecho a enjuiciar las ajenas. Es muy reveladora, en este plano de las cosas, la escena en la que el grupo de amas de casas amantes de la literatura se sientan a debatir Madame Bovary cuando sabemos ( quizá lo saben todas ) que Sarah es Emma y que a quien están evaluando es a ella misma.
La película se resiente por la poca finura a la hora de dibujar el retrato conyugal de los dos matrimonios: no existe una visión nítida de lo que están padeciendo. Las leves gotas de información que se nos dan no bastan. Field no es el director avezado que quisiera el film para explicar mucha con los mínimos elementos. Con todo, no desbarata lo que ahora ya se anuncia como una voz a escuchar en el cine norteamericano.
Estos personajes sonámbulos, que deambulan un barrio de porches verdes y de plácido bienestar, afirman su poca madurez para que pueda depositarse en sus hombros la difícil tarea de educar a sus hijos. Ninguno se preocupa de eso. Al final, una serie de calamidades que ahora no es preciso desvelar conducen a que todos reconduzcan su vértigo, su inercia a tirar una vida por la borda por querer aspirar a ser más felices o, expresado más convenientemente, a buscar la felicidad en otro sitio porque en el que viven no la han encontrado.
Una voz en off impostada y falsa incomoda en exceso, pero tampoco Field abusa de ella. Los problemas del doblaje hispano hacen que imaginemos a Kevin Costner detrás de la voz. Me prometí, en ese momento, cuando sea posible, volver a aquella costumbre mía de ver cine original con sus subtítulos, pero esa es otra historia...
De un tono más indie que la superior American Beauty ( cuyo guión daba mucho más de sí ), Juegos secretos es una propuesta estupenda para ir al cine, pero no para salir como unas castañuelas ni para prometernos volver a verla pasado un tiempo prudencial.
Todos los premios de la película ( pasados y futuros ) aquí
21.2.07
DELICATESSEN : Una tarde en el circo / Un sueño de Buñuel
addenda 1: la fotografía tan exquisita del film es obra de Darius Khondji, que luego trabajaría con David Fincher en la desasosegante Se7en.
Regresa el Dr. Muerte
Mediocridad y cine
Días de cine es mala, ya se ha dicho: pésima sin bondades que aminoren el dictamen. Estremece de tan terrible: será que se gustaron en películas anteriores ( Días de fútbol, El otro lado de la cama y compañía ) y aquí quisieron rizar el rizo, en fin, discutir sobre la cuadratura del tomate y el aliento de las estatuas.
Así que esto se va a convertir, más que en una crítica, en una reseña de un espectador contento o furioso, en un aviso: no vayan, no pierdan el tiempo en el cine con una burda historia como ésta.
Saquen a sus hijos de paseo por los parques. Queden con los amigos y divaguen sobre la bondad de la política de Bush. Establezcan un sólido pacto con su sentido común para no volver a dejarse llevar por la publicidad y perpetrar desatino semejante.
Y si es de cine de lo que tienen ganas, si verdaderamente es eso, yo tengo un racimo sabroso de carnosos uvas hechas fotogramas. Ahora se me ocurre Apocalypto, que no sé si todavía resiste en cartelera. O Lolita de Kubrick, con esa nínfula de carnes ambiguas y muchas ganas de dejarse pervertir por un catedrático de Literaturas Germánicas. Digo yo.
Saw IV
LAS MANTENIDAS SIN SUEÑOS : Madre argentina busca una identidad
20.2.07
BANDERAS DE NUESTROS PADRES : El héroe reconvertido en anuncio
Aunque Iwo Jima sea hoy la señal que indica el comienzo del fin de los fascismos, el film rescata lo que no se ha contado o se ha contado sesgadamente y contradice ( de manera abierta y hasta descarada ) el libro de texto de escuela que ha ocupado durante sesenta años los pupitres en los Estados Unidos de América.
Warhol escribía que no había más profundidad que la propia superficie. En esto es en lo que Eastwood y su guionista Haggis ( Crash, el último Bond ) se fijan: en la superficie, en el icono y en su poder ancestral para cautivar y para seducir y cómo ese icono ( la foto legendaria de la bandera de barras y estrellas en la montaña Suribachi en la isla japonesa de Iwo Jima) esconde una impostura.
La foto de Joe Rosenthal, fallecido recientemente, arde en las manos del pueblo: los soldados eran otros y, como explican ellos mismos, los héroes son los heridos y los muertos y no los que se limitaron a ser mano de obra mandada que necesitaron toda la ayuda del mundo porque el mástil que se improvisó pesaba mucho, pero la maquinaria propagandística de la guerra precisa de héroes y el gobierno de Roosevelt (primero) y de Truman (después) requiere adalides de la épica, soldados cómplices del engaño ( los que clavaron la bandera eran otros, y ya no están ) dispuestos a no desmontar la farsa y motivar al pueblo americano para que se afloje el bolsillo en bonos de guerra. Truman pidió 14.000 millones de dólares en el plazo de dos meses: recaudaron 27.000, que equivalía a casi la mitad del presupuesto del Estado en un año.
Banderas de nuestros padres no es una epopeya bélica, aunque las imágenes de campo no escatimen espectacularidad y el director no se amedre en mostrar la barbarie de la guerra con truculencias varias y detalles poco vistosos. Tampoco es un film de cuño patriótico porque no se articula el patrón al uso de buenos y de malos que fascina a todos los adoradores ciegos de banderas. Recuerdo ahora un chiste de El Roto en El País que venía a decir que todas las banderas del mundo se fabrican en Hong-Kong.
Eastwood deconstruye el arquetipo del héroe: lo rebaja a instrumento del poder para embaucar a los ciudadanos y darles aliento y leyendas a partes iguales con el fin de que el folclor se reconstituya y las nuevas generaciones tengan ídolos, iconos y merchandising variado para ocupar el altar de los sueños.
La película se esmera en remarcar la importancia del tour que los tres héroes fingidos hacen para recaudar fondos para el gobierno. Los políticos son los verdaderos héroes de esta trama: los impostores más sibilinos, los que no aprestan el cuerpo en el campo de batalla, pero dibujan los perfiles incendiarios del mártir de la causa: causa que, al final, en todas las guerras, en todos los bandos, siempre beneficia a los mismos, a quienes no mueven un dedo y no disparan una bala.
A falta de ver Cartas de Iwo Jima, la visión del conflicto desde el lado nipón, Eastwood vuelve a desmostrar que es un autor modélico, inteligente, comprometido con el cine como vehículo de emociones y de responsabilidades , independiente y personalísimo.
La película no es sobresaliente porque hay un exceso de flashbacks que lastran el hilo narrativo y condicionan cierta pereza para seguir la historia, que se malea cuando indiga en exceso en la vida cotidiana de los mal llamados héroes en su regreso a casa. Sobran los minutos finales y hay un exceso ( justificable, en todo caso, pero penoso ) de minutaje de campo de batalla.
La desdicha del falso héroe se subraya con ese regreso a la cotidianidad: ahí está el soldado indio que se envalentona ( ebrio ) con unos policías porque no le sirven en un bar por causa de su raza, aunque luego un estadio entero le espere para ver cómo escenifica la clavada de la bandera en un aparatoso ejercicio de artificio invariablemente yanki. La curiosa marca Spielberg-Eastwood en la producción asegura cine de calidad. Eso no se pone en duda, pero aquí el maestro no ha dado en la diana de la excelencia como nos tiene últimamente acostumbrados: se limita a contarnos una historia noble, necesaria, difícil de masticar en la piel de un americano, pero poco matizada si uno es de fuera y asiste a este espectáculo grandilocuente de farsas, de hombres-anuncio y de vistosos himnos para el regreso de los chicos a casa.
19.2.07
BABEL : Atlas del alma
PULSE : Fantasmas por banda ancha
18.2.07
Clint Eastwood, caballero honorable
La gris línea recta
Igual que hay únicamente paisajes de los que advertimos su belleza en una película o ciudades que nos hechizan cuando nos las cuentan otro...
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