Acabo de tener una de esas revelaciones que son, por su hálito mistérico, refractarias a la razón. Irrumpió sin que nada lo vaticinara. Permanece con terco fulgor, por irme ya soltando en versos. Ya tengo título para un futuro libro de poemas. La primera pieza contendrá el título. “Arca” se llamará. Habrá una metafísica contenida, he pensado. Esta tarde me pongo. Ya tengo las dedicatorias y las citas. Los amigos de siempre. Los poetas de siempre. Querré una portada sobria, sin alharacas disuasorias. En estos días de abril, hace ocho años, publiqué mi último poemario. Tengo sed de versos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El día de la armonía
Hay personas a las que nada más conocer se les concede la más alta estima. Se festeja esa concesión festiva, hasta se alardea de ella a te...
-
A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Hay cosas que están lejos y a las que uno renuncia. Tengo amigos que veré muy pocas veces o ninguna. Tengo paisajes en la memoria que no v...
No hay comentarios:
Publicar un comentario