2.1.08

Un año de jazz
















Tampoco ha sido una búsqueda precisa. Ni tan siquiera justa. Ni útil para nadie, pero se aviene a este capricho de arranque de año que pide, a puro beneficio de inventario, una lista, un tal vez defectuoso inventario de los momentos de placer que el jazz ha proporcionado a este cronista de sus vicios. El jazz es uno de los capitales. Guardo el disco que, sin ser de aquel (tiempos pasados, tiempos muertos) 2007 me ha llevado a más altas cimas de placer. Ha quedado bien. Es éste.
Sigue siendo una de las maravillas sonoras que el talento humano ha entregado al contemplativo júbilo de la música.





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