29.1.08

Sus satánicas majestades




David Bailey, 1.964
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A mí me sigue fascinando la época Decca de los Rolling Stones, justo desde cuando fue tomada esta fotografía esplendorosa y hasta 1.970, cuando ya comenzaron a mutar en la máquina imparable que a día de hoy continúan siendo. No sé si ya eran la "mejor banda de rock and roll del mundo". Tampoco sí lo fueron después. Ahora, por supuesto, no lo son: se arrastran con más oficio que otros dinosaurios del rock y retoman el buen camino cuando la crítica y las ventas los arrumbaban a enciclopedias y a esos todavía mastodónticos shows en directo que encandilan a las generaciones de antaño como siempre sucedió y que recluta nueva parroquianos, gente que siempre puede decir que vio a Mick Jagger agitarse como una lagartija en plena combustión o a Keith Richards mantener la pose y la verticalidad durante un festín que dura dos horas y que no defrauda casi a nadie.
El lánguido pop victoriano de Lady Jane lleva sonando en mi cabeza todo el día. La culpa la tuvo un coche que cruzó a mi vera esta mañana cuando me dirigía al trabajo. No sonaba LCD Soundsystem ni ningún gurú del rap. Eran los viejos Rolling. Era Lady Jane. Cuando llegué a casa busqué el CD ( ABCKO rutilando en la carátula) y le dio al play con orgullo. Hice que sonara un par de veces más. Fueron grandes. Y son capaces de emocionar a pie de calle.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Los rolling stones son la historia del rock y nadie como ellos la representa. Llevan cuarenta años encima de un escenario, en la cuerda floja, pero siempre sacan discos, siempren llenan estadios.
Los vi en Madrid hace veinte años.
No tenga mejor recuerdo de un concierto en directo. Y conste que he visto la tira. Lady Jane es una enorme canción y me resulta muy muy extraño que estos tiempos un coche la lleve de banda sonora, pero en fin, será algún carrocilla como yo con ganas de molestar a la peña hiphopera...

Anónimo dijo...

Yo aluciné con Lady Jane en el Audi que se me puso a ojo. Uno blanco, deportivo, precioso.
Pensé en escribir algo. De hecho pensé en escribir algo más jugoso, de más rollo sobre los rolling, pero me ha quedado esto, breve, conciso´...

Anónimo dijo...

Se arrastran y se ganan la vida (algunos) haciéndolo. El que sigan tocando es un anacronismo que seguro agradecen sus fans más sinceros. Lo peor es cuando están lejos del escenario. La fama y el dinero lo pueden casi todo y algunos de ellos son la prueba. Por cierto, me encanta Keith Richards. El delirio y él son hermanos.

Anónimo dijo...

keith richards es un icono, uno de los favoritos. Reclama un post como sólo él merece, el superviviente absoluto, una especie de alien perfecto. Un amigo dice que hizo un pacto con el diablo en algún cruce de caminos. Vendió el alma a cambio del riff, de la vida eterna y de la cara devastada por el peso formidable de su condena. Esa cara es la que merece una biografía entera. Es cosa de ponerse.

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