Reconozco que Mike Olfield ocupó parte de mi educación musical. Compré en vinilo Tubular Bells (parte primera solamente), Ommadawn, Incantations, QE2 (etc) y llegué a la parte popera de Moonlight Shadow, Family man y demás arrebatos populares con voz cristalina y punteo arrebatador. El vinilo buscó al CD y ahora poseo casi toda la discografía del otrora genio. Reconozco también que no regreso a él como debiera. Me deslumbré tanto y tan joven que ahora, más talludito, me cuesta involucrarme en aquella orgía cromática de campanita, guitarras épicas y violínes salpimentando de galaxias flotantes el diseño armónico. Y dejé al amigo Mike hace bastantes años. Lo escucho en el coche, distraídamente, aceptando que en esa bizarra colección de himnos (algunos) estuvo mi crecimiento como oyente.
El jazz (la música que ocupa casi el completo de mi ocio) llegó al tiempo que Mike Oldfield se perdía en sus cascadas sinfónicas. Digamos que Thelonius Monk y el autor de Platinum se vieron en un rincón de mi cerebro, se saludaron y cada uno rehizo su camino. Uno hacia la luz. El otro a la sombra. Hace pocos días lo he recuperado. La culpa la tiene este pedazo de disco: Music of the spheres. Es un regreso con mayúsculas a la mejor música que este hombre ha facturado. Se ha deshecho del síndrome tubular y ha compuesto la mejor colección de canciones imaginables. Llevo un par de días oyéndolo en mi bendito Ipod y no voy a dejar de hacer tal vez en un par más. Tal vez se ha dado cuenta de que la industria no le precisa y hace su trabajo con otro desparpajo: como cuando en sus tierna adolescencia compuso el inmortal Tubular Bells, que todavía sigo considerando uno de los mejores discos que pueda escucharse, uno de esos de isla desierta y todo ese rollo metafísico. Sorprende, fascina, aturde.
6 comentarios:
NO CONZCO ESTE DISCo de M.Oldfield, sabía de él pero no lo he escuchado. Tu post me consagra a empezar a buscarlo. ya te contaré.
saludos
Pues búscalo, paladéalo sin los prejuicios habituales, que yo tuve, habida cuenta de los bodrios, BODRIOS, que ha facturado Mike Oldfield "por las pasta" o "por el aburrimiento" en los últimos... veinte años tal vez.
Ya me dirás, amigo.
Bueno, habrá que volver a probar. Si es la mitad de bueno que Omadawm ya justifica la búsqueda. Lo cierto es que desde comienzos de los ochenta en adelante ha editado tanto disco intrascendente que uno ya tiene un poco de miedo. Lo escucho y vuelvo a comentar. Un saludo.
Es un buen disco, pero no sé como envejecerá. Me parece que pudo ser superior. Y desde luego... está plagado de "sindrome tubular" de cabo a rabo.
A Oldfield le da lo mismo el síndrome tubular; lleva haciendo campanas muchos años. Éstas son las mejores desde las primeras. Eso ya es bastante, Tarzán de las esferas.
Ten fe, Eduardo. Yo la tuve y la primera escucha confirma que dentro del genio hay memoria todavía. Que no hay sólo olvido y caja registradora. Un saludo.
Publicar un comentario