Arde, alucinada, la tarde,
Un latido desciñe el aire.
El otoño es un violín roto.
La música, un delirio de oro sin cuerpo.
Un río de luz la atraviesa.
Rumor secreto. Voz impura.
Dicha hecha cántico en el agua.
Clamor de la palabra en el poema.
Júbilo hacia el centro sublime
donde las alas festejan vuelo.
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