26.6.24

la malandanza

 oh. niña torbellino, no flaquees, no dejes que la rotación de los astros turbe tu dulzura, no permitas a la terquedad de las horas desquiciar tu alma, que la rotación de los astros corrompa tu pureza, la estrague y la haga entonar un delicadísimo lamento

oh, niña torbellino, aprende a nombrar el caos, da de ti lo no sabido, lame la blonda más dulce del aire, danza con el primer fulgor de la carne
oh, niña torbellino, no pongas tus ojos de nácar y madreselva en el nihilista, un nihilista no se casa por amor, se casa cuando se le enferma la madre o por algún arrebato luego lamentado o por el beneficio de los caudales, el nihilista es de dedicarse a tiempo completo a su oficio, no pudiendo entablar relación emocional con ningún semejante, un nihilista que contraiga nupcias guarda intenciones aviesas, no se le puede mirar como a un novio tradicional, el novio amante de su amada, el novio entregado al amor, el nihilista únicamente se entrega a su causa y ni eso se puede afirmar cabalmente
oh, niña torbellino, huye del pícaro, el pícaro
te escribirá endecasílabos de pezón a pezón, te tatuará a besos el padrenuestro, el avemaría, todos los salmos redentores de la escrituras
oh, niña torbellino, huye del vampiro, el vampiro solo se volcará en tu cuerpo en los días de menstruo
oh, niña torbellino, huye del subliminal, el subliminal vive al margen del discurso narrativo ortodoxo, va entre líneas, se expresa a escondidas, no se tiene nunca a las claras qué pretende, esquiva la idea fundamental y va ofreciendo fragmentos muy pequeñitos de ella, el subliminal es un ente intratextual, se le puede ver mariposeando en los huecos, bailando foxtrot en las líneas muertas
oh, niña torbellino, huye del nacionalista, el nacionalista no hará patria en tus zapatos, no hará patria en tu boca, no hará patria en tu memoria sentimental, solo vive entregado a su bandera, la colgará en los balcones, la lavará a mano en las pilas del pueblo con celo soberano, con absoluta lujuria textil, el nacionalista no es un buen partido, acabará aliviándose solo en un cuarto oscuro con las imágenes soberbias de los adalides de la patria, el nacionalista no es digno de ti, no le mires siquiera, no vayas a caer en su trampa
oh, niña advertida, torbellino de mis entrañas, no se te ocurra prendarte de un poeta

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