6.6.24

Duración del fuego


Vivir es a veces no ir ni a ciegas siquiera,

trasegar de lo oscuro a lo oscuro,

abrir los ojos en el latido del barro. 

También vivir es dejarse convidar de luz 

cuando el pájaro en su limpia fronda de aire 

elogia la bondad del paisaje 

o el croar de las ranas en la charca 

tiene insistencia de salmo 

o el fuego, al aplazar la resolutiva ceniza, 

se yergue y aspira a permanecer 

en la más dulce blonda del tiempo. 

La vida, si se toma demasiado en serio, 

se resuelve ficción. Así desoye 

las admoniciones y fulge entera 

como el pájaro en el festejo del vuelo 

o la rana en la música del agua 

o el fuego cuando por fin adquiere 

la majestad de la pied

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