Anoche vi a Neil Young encima de un escenario. Lo hizo posible La 2, a la que no se le puede perdonar la infamia de interrumpir una canción para colocar publicidad en una esquina de la pantalla. Por lo demás, el abuelo del rock, uno de ellos, al fin y al cabo, dio un recital prodigioso a la vera cómplice de sus Crazy Horse, la banda de siempre. Salvo el sombrero y la camisa a rayas, Neil Young estaba en el Rock in Rio hispano para deleite de varias generaciones de amantes de la música. Seco y profesional, a la manera de un Van Morrison politizado, Neil hurgó en el repertorio de su decenas de discos e hizo que Cinammon girl recordara los gloriosos setenta. Como una especie de oso electrificado, de gurú grande de un rock brioso y musculado, capaz de confundir a quien ignore que en los sesenta este hombre ya estaba haciendo canciones. Algunas son inmortales en la Historia de la música del siglo XX. Yo me quedo con Harvest, un disco antológico, un monumento al lirismo que no debería faltar en la memoria (las estanterías se llenan siempre de polvo) de cualquier aficionado a la emoción convertida en música.
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Las cosas buenas de esta vida pasan así: llega uno a casa, desfondado por el rigor del verano recién aterrizado en mi pueblo, pone la televisión y ve a Neil Young engancharse una guitarra, y en directo. Noche completa. No quise grabarlo, a pesar de que ésa fuera mi primera intención. Me quedé perplejo, conmovido, perdido en un buen puñado de temas que he oído muchas veces. Me sentí agradecido. Pensé que ese hombre me había entregado mucha felicidad durante muchos años. Y que no tenía nada a mano con lo que demostrarle mi afecto y mi devoción. Esta entrada en esta página mía tan modestita. Me voy a poner Harvest un rato. Imítenme, please.
4 comentarios:
El viejo hippie sigue en forma. Still crazy after all these years. Long live the boss. Saludos. Buen blog.
Cierto que fue infame el corte del anuncio. Ayer Boyero en El País hablaba de lo mismo que tú en tu blog. Un desastre a todos los niveles es lo que me parece a mí. En lugar de pensar, destrozan.
Harvest es muy bueno, aunque no mi favorito. Tonight it's the night se lleva la palma. Por no hablar del Rust Never Sleeps.
Yo me hice fan casi de casualidad. Y no fue por sus coqueteos con Pearl Jam, como muchos, porque entonces yo estaba algo tierno para el rock.
De todo mi entorno mas o menos metido en el rock creo que soy el único que enarbola la bandera de Young.
Enorme Neil, un crack infravaloradísimo, "Heart of gold" es una de las canciones de mi vida.
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