22.8.07

Van the Man


El león de Belfast no le debe nada a nadie: asume su porción de mito con descaro y sube a los escenarios como el mesías que impone su conocimiento y su divinidad a la parroquia abajo congregada. Esa liturgia está hoy al alcance de muy pocos genios. Él insiste en la desgana, en la aparente apatía, pero es infatigable, en el fondo, y fatiga las carreteras del mundo en busca de la paz interior y tal vez también de la crematística buscando, al tiempo, un nirvana preciso en el que descansar su voz poderosa y su declamación mística del discurso del hombre en el mundo. De eso trata su numerosa discografía y en ese sendero, como una cruzada, transita su espíritu. Alguien lo ha escrito con más apasionamiento que yo. Moondance suena de fondo.

2 comentarios:

Ramón Besonías dijo...

Estupendo recuperar a este monstruo sin dientes pero mucha mala leche que es Van Morrison. Recientemente se ha editado un CD con temas que aparecen en numerosas películas. Recomendable aunque no sea lo mejor.

Un saludo desde OjO de buey.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Y un cd doble de grandes éxitos (Vol.3) que recoge algo de lo reciente y algunas piezas no encontrables en ediciones oficiales, digamos. Saludos.

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.