24.10.10

Una esclavitud gozosa

Gorka Lejarcegi (El País, 24-10-2010)


Hace falta muy poco para escribir. Habrá quien me contradiga. Al Nobel Vargas Llosa le basta poco. La escritura es una esclavitud gozosa, ha dejado dicho en una entrevista, una de tantas de las que tiene a raíz del premio o alguna de las cientos que ha recibido en su vida. Escribir es una esclavitud y hay gozo. Una especie de masoquismo ilustrado. Uno que encuentra argumentos a poco que la mano coja el bolígrafo y el folio en blanco te mire adentro y te pide que lo emborrones. A falta de la clásica hoja vírgen, un buen procesador de texto. Da igual el formato. Importa la entrega. A Vargas Llosa o al más sencillo de los escribidores. Es una esclavitud maravillosa. En lo personal, he escrito en bares, en las barras de los bares, rodeado de gente desconocida, gozosamente perdido entre ellos. He escrito cuando debía y cuando no. He escrito páginas que he tirado (cientos) y he escrito páginas que tengo guardadas como un tesoro privado. He escrito a diario (casi) en este blog desde hace más de mil quinientos días. He escrito sin razón y con ella. Y no me imagino sin escribir. No soy yo mismo (caso de que sea algo) sin dejar palabras hilvanadas con otras de modo que cuenten algo. A veces cuentan poquísimo y otras, aunque sólo me lo parezca a mí, cuentan prodigios. Míos, invisibles, prodigios domésticos. En eso estamos.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojalá contara yo la mitad que tú, y lo contara con ese oficio... Eres modesto, en demasía.
Rafa

Emilio Calvo de Mora dijo...

Contar, en cantidad, no vale, a pesar de la extensión de este blog. No es cuestión de ser modesto. Se trata de ser sincero, franco con quien lee, Rafa. Tú eres un lector casi de la familia. Entonces...

Luis Fernández dijo...

Vargas Llosa es un escritor profesional. Nosotros (yo también tengo mi proyecto de blog y tengo mis papeles escondidos en un cajoncito) somos escritorcillos de provincia. Pero hay que buscar dentro de la red y cuando uno busca o como hoy, por suerte, encuentras escritores pequeñitos, como tú o como yo, que tienen cosas que decir y las cuentan estupendamente. Tú más que yo, no tengo duda. Me parece que volverá por aquí y dejaré algún comentario más. Sigue contando. Tienes quien te lea, no lo dudes.

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