28.1.09

Bogart & Bacall




6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué buenas fotos, Emilio. Es verdad lo que dices; hay que ver las películas sin mirar la historia de los que las hacen, pero es tan dificil que a veces no se puede conseguir eso. De todas formas, yo lo intento y cuando más lo intento a veces más veo a Harrison Ford de otra película en el Harrison Ford de la que está viendo, no sé si me explico. Bueno, pues, ya está. Que me gusta tu página y que entraré otra vez en cuanto pueda. Ana Juárez

Anónimo dijo...

Las fotos deberían bastar, sí. Bogard sufrió durante toda su vida a causa de relaciones tumultuosas que se allanaraon cuando Betty apareció. Ella le dio paz, al menos hacia el final de su vida.

Poco importa que Flynn tocara "You are the Sunshine" con la verga (y tocaba bien según contaba Marilyn). Y poco importa que la diosa rubia fuese asesinada o muriese a causa de una sobredosis. Ya dijo Arthur Miller que no asistió a su funeral porque ella no estaba allí. Y que la Gardner se acostase con todo el mundo en Madrid no debería importarle a nadie. Todos, incluso los que jamás la vieron, presumen de haber compartido su cama. Qué importa eso comparado con el momento en el que los paparazzi la fotografían en bañador en "La Condesa Descalza", cuando ella arroja la toalla y se muestra a ellos.

Nada importa, Emilio, ya lo dijo Einstein. Somos una minúscula partícula en el universo. Nada de lo que hagamos tiene relevancia en el orden impuesto.

Y el cansancio se hace crónico estos días.

JUACO dijo...

Una gran pareja de la pantalla...y fuera...
Un saludo...

Anónimo dijo...

Pues en menudo mumdo vives, Emilio, lleno de buitres encargados de despiezar higadillos y otros órganos, perros rabiosos con hambre de cotilleo, de relucir esa trastienda del famoseo, incluso de los que no pueden encuadrarse en este término (es decir, lo auténticos profesionales). Muy delicioso lo que planteas, pero sabes que es tarea titánica no acceder a esa información absolutamente inútil, enseguida empiezan a filtrarla, a metérnosla en el hocico mojado de sopa, haciendo que unas compras o una cena en lugar público o un paseo por el retiro realizados por un personaje popular se conviertan en algo marciano, digno de titular.

Espanto de sociedad y asco de profesión (la del paparazzi, me refiero). Mejor quedarse con el celuloide y su capacidad para sugerir. Lo demás es basura , tan patética o tan fascinante como la nuestra.

Un saludo!

Emilio Calvo de Mora dijo...

Ana, es más que difícil no ver a todos los Harrison Ford o a todos los Gene Kelly o a todas las Lauren Bacall que conocemos cuando vemos una película nueva en la que aparecen. Es una contaminación del todo imprudente, pero inevitable.
Sí, inevitable.

Somos lo que dices, Álex, una mota de polvo interestelar, una mierda con pedigree, pero ahí estamos, amigo, dando la tabarra, buscando mitos, arañando como podemos la piel de la felicidad. Y que dure el empeño.

Juaco, un saludo. Fueron grandes dentro. Fuera, sé lo justo, y tal vez sea poco importante saber más, aunque (insisto) no podamos evitar oir historias, famas, rumores, en fin...

Tomás, el cine es un negocio, primero; luego todo lo demás: tozudamente, hermosamente, pero viene después, y como negocio (lo sabemos) tiene sus reglas. Paparazzis incluídos. Vivmos en el mismo mundo, vivimos dentro y n podemos escapar. No tenemos razones. No hay sitios a donde ir. LO dice un descreído feliz.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

En este caso, he de decir que sólo soy mitómano de luces y sombras.

Saludos.

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