16.2.10

Post 2.000



Uno no es sensible para los números, aunque las estadísticas (inevitablemente) guíen algo y den un sentido (peregrino, volandero, frágil, huidizo) a este blog de confesiones sobre cine (en un principio) y luego sobre cualquier sombra que se mueva debajo de un árbol. En cierto modo el blog se ha convertido en un diario. Quizá el diario que no hice de adolescente. Ya talludito, qué le vamos a hacer, me siento a gusto en esto que hago. Planea siempre el hartazgo. Escribir casi a diario durante tanto tiempo (verano del 2.006, Marbella, un pie comprometido, horas de ocio en casa de mi cuñado: así nació la criatura) produce, en ocasiones, esa hartura frívola, ese cansancio. No sabe uno a qué viene esta extensión tremenda de palabras. Dos mil entradas son muchas. De algún modo ahí ando. Camuflado. Emboscado. Enseñado. Público. Exhibicionista. El escritor es un voyeur inverso. Le gusta el mostrarse: le da el subidón emocional cuando sabe que le leen. Quien diga lo contrario, no escribe para los demás: escribe para sí. Se cuenta la vida y se la bebe en privado. Yo prefiero compartir. Será eso: esa falta de pudor que hay que amortizar de alguna forma. Y concluyo este razonamiento íntimo y voy pensando en el post 2.001. Agradezco, de corazón, la presencia de algunos lectores habituales (hay unos diez o doce que sé que entran todos los días) y agradezco la presencia de los eventuales. Tienen aquí su casa. No es una frase hecha. Cuelgo uno de mis fotogramas favoritos. Estuvo en la cabecera del blog durante mucho tiempo, pero lo retiré temiendo que pudiera aborrecerlo. Lo recupero. Es una concesión sentimental. Todo el blog lo es.


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12 comentarios:

Ramón Besonías dijo...

Enhorabuena, amigo. Feliz madurez y afortunado fotograma el que preside este milenio literario.

Cierto que escribimos para que nos escuchen, aunque sea tan sólo nuestro alterego, el espejo que recibe el aliento de nuestra voz.

Escribimos pasra no estar solos, dicen. Y que las letras son como diálogos con el otro que no está pero pudiera.

Pues bien, Emilio, no estás solo. Aquí una frase, aquí un amigo.

Felicidades. Me repito, pero y qué.

Casiano dijo...

Y es verdad que no estás solo.

Pedrodel dijo...

Feliciades Emilio.
Por mantenerte vivo tras la ventana de mi ordenador.
Por hacernos partícipes de tus pensamientos.
Por tus respuestas a nuestros comentaros.
Por compartir.
Por...
Y que cumplas muchos más.
Un abrazo.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Por esto escribe uno, para entablar un diálogo. Y estoy feliz por eso. GRacias a los 3, Ramón, Casiano, Pedro.

Anónimo dijo...

Y que seas muy feliz... Rafa

Emilio Úbeda dijo...

Está estupendo que haya gente con esta voluntad "escribidora" sobre todo para los que buscamos un ratico de entretenimiento y de formación, en cine, sobre todo, en la Red, que es un nido de despistados y de espabilados a veces. Gracias por los 2000, de los que he leído los 100 últimos, digo yo, y gracias, "tocayo". Volveré a escribir, aunque soy muy reacio.

S. M. dijo...

Yo también te deseo lo mejor, amigo Emilio. Han sido muchos ratos, muchos, de verdad, de lectura agradable, de escritura bien escrita, sobre todo y de información sobre lo que más me gusta, que es el cine. A veces diferimos, a veces coincidimos, todo en buena armonía bloguera...

Emilio Calvo de Mora dijo...

Emilio, Rafa, S.M., gracias...

Le poinçonneur dijo...

Enhorabuena, Emilio. Levanto mi copa por los próximos 2.000.

Saludos.

Juan Antonio González dijo...

Entro hoy por primera vez en este blog y me ha gustado lo que poco que he visto. Soy más de cine y menos de artículos de opinión. En lo del cine, me agrada que no haya sólo actualidad, es decir, películas en cartelera. He visto que criticas cine japonés, clásico, John Ford, Billy Wilder. Eso es arte, palabras mayores, la crema de la cultura del siglo XX, y leo agusto esas críticas porque hay pelis que no has visto (Yo, por ejemplo, no había visto El crepúsculo de los Dioses, y ya va siendo hora) y después de leer tu reseña, estupenda, voy decidido a encontrarla y verla. Saludos, y a por 2.000 más, como dice alguno.

Alex dijo...

Hace tiempo que perdí la cuenta de los posteos que he escrito. De vez en cuando, echo un vistazo a las estadísticas y veo la cifra. Siempre me sorprendo de haber llegado hasta aquí si formar parte del 80% largo de blogueros que abandonaron su blog en los primeros meses por puro tedio.

Al contrario que tú, yo sí escribo para mí. Discutimos de esto en varias ocasiones voz a voz y una vez cara a cara. Lo mío es por puro pudor y por la negativa a creérme que alguien se sienta interesado por mi opinión de las cosas. Sin embargo, sé que he sido leído y aún lo soy por una docena de personas files y miles de modo ocasional. Y entonces siempre recuerdo aquello de C.S. Lewis: "Leemos para saber que no estamos solos". Cambio el verbo leer por escribir. Solo no estás, Emilio.

Abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

Sr. Calvo, le expreso mis felicitaciones por esta memorable hazaña que supongo ilustrará los anales de la red. Ahora sin coña: enhorabuena!!!! Escribir 2000 artículos es una heroicidad en estos tiempos de aquitepilloaquitemato. Me parece que un blog, bueno, regular o malo, con 2000 entradas merece un respeto. A este blog en concreto, que leo en ocasiones, cuandopuedo porque no dispongo de todo el tiempo que quisiera, le sobra estilo. Anda sobrado y eso es mucho en estos tiempos. Otra vez con los tiempos. Disculpa la reiteración. Nada más que escribir salvo, salud, compañero. Me paso por aquí otro día y leo otros 2000 escritos. Salud, salud.


Enrique Asensio Pereda

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.