Paul finge tocar el trombón. Satchmo y Duke se lo deben estar pasando en grande. Un intruso de Hollywood con los ojos azules y fama de ser un actor de los buenos entre dos genios de la música del siglo XX. Tres genios del siglo XX, concluyo. Con esto finiquito la ronda de homenajes a Paul Newman. Ya lo hemos dicho. Que los ángeles de Le Mans le llenen de buenos octanos el depósito y corra por alguna pista celestial.
La fotografía es gentileza involuntaria de este buen link.
2 comentarios:
Te la cedo (involuntariamente) con gusto. Paul, Louis o Duke lo valen.
Saludos.
Por supuesto. Cedida, usada, el caso es que conmueva. Y lo hace. Saludos.
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