Hay profesionales de la industria de la música que no precisan de rosas rojas en los camerinos, estudios de grabación con muebles de diseño y músicos de contrato que hayan participado en alguna jam session con Miles Davis. Chrissie Hynde se basta con diez días (eso ha necesitado) y la colaboración de cuatro mercenarios concienciados para facturar un disco más que notable, una de esas sorpresas de la temporada.
Break up the concrete es el disco más adrenalítico de los últimos Pretenders, una de las bandas más inestables de la historia del rock, pero (tal vez) una de las más coherentes. Su líder, la carismática Chrissie, lleva treinta años encima de un escenario, llevando una vida vegetariana, ascética y entregada en cuerpo en alma al inquebrantable patrón del mejor rock posible y, de camino, tirando de su relevancia en el circo mediático, intermediando en un buen puñado de desavenencias entre la lógica del mercado y las injusticias de la realidad. Embajadora plenipotenciaria de las causas extraviadas, Chrissie Hynde es, al parecer, una de esas divas del rock de una cercanía que desarma, cómplice del compromiso, en las muchas formas en que éste pueda presentarse.
Hay que amar a Chrissie Hynde. Hace tiempo que no hace canciones perfectas (Kid, Brass in pocket, Thumbelina, Message of love, Middle of the road, Back on the chain gang, Show me) pero Boots of chinese plastic se acerca mucho a ese idílico territorio en el que tres minutos de guitarras, bajo, batería y voz procuran un placer inmediato, espontáneo, insobornable y jubiloso. El resto del disco maneja tiempos más templados que oscilan entre el involuntario tributo a Dylan (The nothing maker, mi tema favorito) a la impúdica demostración de que el rock and roll sigue siendo un asunto de adolescentes (aunque tenga cincuenta años largos) y ahí está la prueba con los dos minutos de Don't cut your hair. Hoy, con mi disco cargado en mi Ipod, me siento feliz. Es viernes, además. La culpa, en parte, la tiene esta señora. Y eso me parece que merece el más sincero de mis respetos.
2 comentarios:
El mejor disco de pretenders en años. Desde hace mucho no hacían un trabajo tan completo. Chrissie es la reina del rock. Y eso no tiene discusión. Soy un fan desde siempre. Kid es mi favorita, y han pasado muchos, muchos años. Ojalá vengan por aquí algún día.
Sí, es el mejor disco en muchos años, y no he fallado a la escucha de ninguno de los últimos. No es Learning to crawl, pero engancha, y emociona. Chrissie está mejor que nunca. También Kid es una de mis piezas favoritas, y no únicamente de Pretenders. Un saludo, Roberto.
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