4.7.19
Aire
Hay asuntos admirables que no cuajan en la memoria, por más que los presencies y reconozcas su trascendencia, por mucho que los consideres tuyos y reconozcas propiedad sobre ellos. A la reversa, hay asuntos livianísimos que se fijan en la memoria y de los que no puedes ausentarte, por más que razones su nimiedad, pero entran y salen a su antojadizo capricho, delatan su visitan, van aquí y allá y desaparecen, pero no puedes apartarlos de tu cabeza, ni rebajar su peso. Entre unos y otros, bebes café, paseas, escuchas a Bach, duermes, piensas que no estás bien constituido, que algo no se adhirió a tu sustancia vital cuando te arrojaron al mundo y sigues bebiendo café, paseando, escuchando a Bach, durmiendo. Por si en una de esas emanaciones del espíritu encuentras sentido al aire y al trayecto que lo aloja en tus pulmones y luego lo expulsa, por si cuadra la ecuación y tienes recursos para despejar la incógnita.
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