10.1.18

Los viejos


Sin el bigote pintado y el gran puro, borrada la sonrisa burlona, Groucho Marx no es Groucho Marx o no, al menos, el que recordamos por las películas. No es el galán zarrapastroso ni el ocurrente. En realidad no he conocido otro que haya ametrallado más frases memorables, salvo (tal vez) Woody Allen. Da igual que se desajusten y no exista contexto al que arrimarlas. Valen sin considerar a quién se las decimos e incluso valen al margen de la conversación en la que las colemos. Del bueno de Groucho guardamos siempre escenas antológicas en blanco y negro. Atesoramos diálogos que no precisan que se memoricen. Ni siquiera hace falta que impostemos la voz e imitemos la del doblista al que le encomendaron borrar la voz de Marx y darle la suya. Escuché la original en su día, viendo de nuevo Un día en las carreras y tardé en hacerme con las inflexiones nuevas, no importa, un vicio adquirido, un mal hábito: mi cabeza negaba la fonética intrusa y pedía la de mentira, la que nos vendieron. Nada grave, creo. A lo que mi cabeza se ha negado es a mirar al Groucho Marx fotografiado por Richard Avedon a pocos años de su muerte.

El estrago de los años se fija en su mirada, en cómo los ojos no miran, en la forma en que no interrogan nada sino que dejan correr las preguntas. Al mirar, uno establece siempre un diálogo con lo mirado, salvo que no haya intención y el espectáculo que se abre ante nosotros no nos emocione ni nos turbe. Imagino que la memoria salva ese apatía óptica. Seguro que el bueno de Groucho es capaz de perderse en los laberintos de su memoria y extraer aquello en lo que fue un genio, uno de esos individuos sublimes que hacen cosas sublimes y procuran a los demás vidas más felices. La mía le debe a este anciano más de lo que ahora soy capaz de registrar en este texto.

A los ancianos se les debe siempre mucho, ese viene a ser el depósito sentimental último de esta entrada. Vi a Groucho y pensé en todos los ancianos del mundo, no en ninguno en particular, no en mi padre, que lo es de un modo extremo ahora, sino en todos, en la idea de ancianidad. Les debemos la existencia del infinito pasado. Nuestro es el infinito futuro. Quienes estamos a medio camino de la ruta, obrada ya una buena parte y ofrecida otra, habiéndole dado la vuelta al jamón, como dice mi amigo Calixto, contemplamos la vejez como un asunto que exige el mayor de los respetos. Quizá sería una buena obra conseguir que los más jóvenes entendieran el valor de la vejez, la deuda adquirida con quienes edificaron el mundo tal como lo vemos. Y si la mirada se pierde y se desmorona a poco de salir de los ojos hay que guiarla y entender (en todo caso) que la vida vivida adentro ha sido asombrosa, enorme, conducida a golpe de júbilos y de miserias, de amor y de tristeza. Pienso en mi padre de nuevo, en Pepe, que trabajó a tiempo completo toda su vida, estajanovista y heroicamente, como mi suegro, como tantos entonces. Pienso en Gabriel, en casi todo igual a mi padre, salvo en no poder disfrutar de quien ya no está y a quien tanto echamos en falta. Perdonen que el tramo final de esta historia haya incurrido en estos asuntos domésticos. Esta noche, si me animo (ha sido un miércoles atareado) me pondré una de los hermanos Marx. Duran hora y media escasa. No hay forma de ir a la cama que ahora rivalice con esa. Buenas noches.


Las frases que dijo, que no siempre las que escribió

* El matrimonio es una gran institución. Por supuesto, si te gusta vivir en una institución.
* La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un  diagnostico falso y aplicar después los remedios equivocados.
* Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente.
* Bebo para hacer interesantes a las demás personas.
* Solo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Si entonces responde "Sí", ten la certeza de que es un corrupto.
* Estaba con esa mujer porque me recuerda a tí ... sus ojos, su cara, su risa...De hecho, me recuerda a tí más que tú.
* ¿Servicio de habitaciones? Mándenme una habitación mas grande.
* La política no hace extraños compañeros de cama. El matrimonio sí.
* El secreto del éxito es la honestidad. Si puedes evitarla, está hecho.
* Soy tan viejo que recuerdo a Doris Day antes de que fuera virgen.
* Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente esta demasiado oscuro para leer.
* No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.
* Detrás de cada gran hombre hay una gran mujer. Y detrás de aquella, esta su esposa.
* El matrimonio es la principal causa de divorcio.
* Lo malo del amor es que muchos lo confunden con la gastritis y, cuando se han curado de la indisposición, se encuentran con que se han casado.
* Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no los conozco muy bien.
* ¿Pagar la cuenta?... ¡Qué costumbre tan absurda!
* Debo confesar que nací a una edad muy temprana.
* Nunca entraría a formar parte de un club en el que admitieran como socios a tipos como yo
* No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo. 
* Nunca olvido una cara, pero en su caso haré una excepción.
* Nunca voy a ver películas donde el pecho del héroe es mayor que el de la heroína. 
* Me casé por el juzgado. Siempre pensé después que debería haber pedido un jurado. 
* Partiendo de la nada he llegado a alcanzar las más altas cimas de la miseria.
* Es usted la mujer más bella que he visto en mi vida... lo cual no dice mucho en mi favor. 
* Hasta luego cariño... ¡Caramba!, la cuenta de la cena es carísima... ¡Es un escándalo!... ¡Yo que tú no la pagaría! 
* Señorita... envíe un ramo de rosas rojas y escriba "Te quiero" al dorso de la cuenta. 
* El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... y luego ya no hay quien se lo quite de encima. 
* No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual. 
* Está loca por mí. ¡Qué mujer no lo está! Yo sé que va usted a preguntarme cuál es mi secreto... ¡Voto al diablo que sois osado! El  secreto es no darles a entender que se las quiere. No ir nunca tras ellas. Que ellas vayan detrás de ti. Hay que avivar el cariño del amor con el abanico de la indiferencia...
* Oh! Nunca podré olvidar el día que me casé con aquella mujer... Me tiraron pildoras vitamínicas en vez de arroz. 
* ¿Quiere usted casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta. 
* -¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio? - Amo a mi marido. - A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca. 
* M. Dumont: Dime Wolfie, cariño, ¿tendremos una casa maravillosa? Groucho: Por supuesto, ¿no estarás pensando en mudarte, verdad? M. Dumont: No, pero temo que cuando llevemos un tiempo casados, una hermosa joven aparezca en tu vida y te olvides de mí. Groucho: No seas tonta, te escribiré dos veces por semana. 
* ¿Me lavaría un par de calcetines? (...) Es mi forma de decirle que la amo, nada más. 
* ¡Hasta un niño de cinco años sería capaz de entender esto!... Rápido, busque a un niño de cinco años. 
* Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota, pero no se deje usted engañar, es realmente un idiota. 
* No permitiré injusticias ni juego sucio, pero, si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, lo pondremos contra la pared... ¡Y daremos la orden de disparar! 
* ¡Cavar trincheras! ¡Con nuestros hombres cayendo como moscas! No tenemos tiempo para cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas. 
* Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche. Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche. Chico: No puede ser. Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana. Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?. Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo. 
* Recordad que estamos luchando por el honor de esa mujer, lo que probablemente es más de lo que ella hizo nunca por sí misma.
*¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?" 
* Conozco a centenares de maridos que serían felices de volver al hogar si no hubiese una esposa esperándoles. 
* Creo que la televisión es muy educativa. Cuando alguien la enciende siempre acabo leyendo un libro.
* Durante mis años formativos en el colchón, me entregué a profundas  cavilaciones sobre el problema del insomnio. Al comprender que pronto no quedarían ovejas que contar para todos, intento el experimento de contar porciones de oveja en lugar del animal entero." 
* En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste. 
* Es una tontería mirar debajo de la cama. Si tu mujer tiene una visita, lo más probable es que la esconda en el armario. Conozco a un hombre que se encontró con tanta gente en el armario que tuvo que divorciarse únicamente para conseguir donde colgar la ropa." 
* Estos son mis principios. Si no te gustan tengo otros.
* Hace tiempo conviví casi dos años con una mujer hasta descubrir que sus gustos eran exactamente como los míos: los dos estábamos locos por las chicas.
* Hay muchas cosas en la vida más importantes que el dinero. ¡Pero cuestan tanto! 
* He disfrutado mucho con esta obra de teatro, especialmente en el descanso.
* He pasado la mejor noche de mi vida, pero no ha sido esta.
* Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna… 
* Camarero, hoy no tengo tiempo para almorzar. Traiga directamente la cuenta. 
* La próxima vez que lo vea, recuérdeme no saludarlo.
* Mi madre adoraba a los niños. De hecho hubiera dado cualquier cosa porque yo lo fuera. 
* No estoy seguro de cómo me convertí en comediante o actor cómico. Tal vez no lo sea. En cualquier caso me he ganado la vida muy bien durante una serie de años haciéndome pasar por uno de ellos. 
* O este hombre ha muerto o se ha parado mi reloj. 
* Paren el mundo que me bajo. 
* Pienso que todo el mundo debería creer en algo. Yo creo que voy a seguir bebiendo. 
* ¿Por qué dicen amor cuando quieren decir sexo?. 
* Que le den el 10% de mis cenizas a mi promotor artístico. 
* ¿Qué haría si pudiera volver a vivir toda su vida? Probar más posiciones. 
* Soldado: "General, ¿no se da cuenta de que estamos disparando a nuestros hombres?",General Groucho: "Tome un Dolar y guarde el secreto".





1 comentario:

Juan Herrezuelo dijo...

Suscribo plenamente tu defensa del valor de la vejez. Estoy en ese medio camino, un poco más allá, en realidad, con el pernil bien vuelto ya. Los hijos nos vienen empujando hacia la vejez que no deja de asombrarnos en nuestros padres, y en el balance personal uno no puede dejar de pensar que la experiencia que se va acumulando no vale ni la cuarta parte de la experiencia que acumularon ellos. Vete a saber por qué. Es la impresión. En la foto del viejo y desmaquillado Julius Henry, con esa mirada tan desprovista de la esencia de Groucho, impresiona no solo esa vejez, sino pensar en el mucho tiempo que hace que esa vejez se consumó en un perdonen que no me levanten.

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