22.12.10

Tres

I
Rapidshare tumbó a Sinde. No sé si una manita o un gol de carambola en el último minuto de la prórroga, pero ése (al cabo) fue anoche el resultado. A la celebración acudieron megaupload, depositfiles, mediafire y otros bajeles de la armada filibustera. El saqueo, a decir de los que se sienten expoliados, podrá seguir ejecutándose sin que los que incurren en el delito, a decir de esos mismos, sientan en el cogote el aliento implacable de la justicia. El mar es muy grande y no es posible, a esta altura de la contienda, ponerle coto. Y fin.

II
Tampoco hoy abriré una botella de cava ni las cámaras de televisión registrarán la cogorza predecible. Lo veré todo en casa, me resignaré, pensaré en que la salud asiste a los que amo y diré que tampoco invertí tanto en la posibilidad de ser asquerosamente rico. Soy un sentimental.

III
Hoy o mañana a lo sumo mi amigo Álex colgará en su nueva Antártida tres cuentos navideños. Uno es mío. Lo acabé anoche. Me ha costado muchísimo. Estoy perdiendo facultades. No encuentro inspiración. Las musas me evitan. Son rachas, dice K. En breve te abrazarán de nuevo. Lo que sí les pide es que entren y lean esos posteos ya clásicos. Se hace todo con mucho cariño y los que ponemos ahí el alma, caso de que tengamos alguna, nos tenemos afecto, nos sentimos amigos y disfrutamos a nuestra manera con estos voluntos de escritorcillos entusiastas.

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3 comentarios:

Ramón Besonías dijo...

I
El sueño utópico de una red libre de las injerencias del mercado y de leyes que la regulen me parece tan peligrosa como la de un Internet dominado por las mayors del entretenimiento. Eso sí, luce más el romanticismo filibustero.

II
Eso de la Lotería nunca me atrajo. Me inclino por otros vicios más sostenibles y con más posibilidad de embriaguez. Pero beberé en honor a los nuevos ricos que se lleve por encima.

III
Todo cuento de Navidad que se precie debe ser un poco triste, aunque con resquicios a la ensoñación. Recuerdo del de Auster en "Smoke". Probaré de los vuestros, de seguro.

Felices Fiestas a todos los amigos de Emilio y al anfitrión, por supuesto. Más letras para el 2011.

Alex dijo...

Será el 24, Emilio, con la Nochebuena a la vista. Lo de cuento triste (o cruel) se da por entendido, que estamos en Navidad.

La ley Sinde ha acabado donde debía, adornando las papeleras de las cortes de justicia. El arte merece ser defendido, cierto, pero no así, con la espada en la mano impartiendo justicia sobre tipos sentados frente a un ordenador en la penumbra de sus casas. La imaginación al poder, como dijeron los utópicos del 68. Eso que a los políticos tanta falta les hace.

Feliz cogorza sea. La clarividencia del alcohol es peligrosa en ocasiones, prudencia pues. Se dice, ya te lo conté, que Poe era brillante con una copa de más e insoportable con dos. La bendición etílica te acompañe para soportar los días aciagos.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Ramón,
I El extremo es siempre peligroso. El filibustero es una figura antigua. Yo iba a casa de mi amigo Paco, hace treinta años, y le pedía disoos de Supertramp prestados. Los graba en cinta de cassette. Si la Sinde me hubiese pillado. Ay
II
Me atrae como salida de la rutina. No digo que te toque: hablo de la posibilidad de que te toque. Como una especie de cosa abstracta. Bebí, Ramón, en altas dosis.
III
Cae mañana. Acércate.

Felices Fiestas, my friend Ramón. Acabo de ver un punto sobre I en tu rinconcito.
Voy.

Será.
Iré, Álex.
Buenos días tenga usted.
La cogorza te la pasé en privado,.

La gris línea recta

  Igual que hay únicamente paisajes de los que advertimos su belleza en una película o ciudades que nos hechizan cuando nos las cuentan otro...