2.11.08

Anoche soñé, bendita ilusión...


El mercenario de las letras a tiempo completo y mecanógrafo de su alma César Vidal se me ha aparecido en sueños estos últimos días. Su rostro de vecino del cuarto que acaba de venir de comprar el pan, su presumible vocación de ciudadano educado que paga la contribución y saluda con entusiasmo en los parques a sus estajanovistas lectores no da induce a pensar que se gane la manduca con la literatura (!) pero el rico artesonado de la cultura popular patria da otros cromos que se avienen con pasmosa facilidad al modelo presentado: Juan Manuel de Prada, verbigratia. Con ambos, escribiendo a tutiplén, a mano doble si hace falta, la integridad de la esencia de lo carpetovetónico está asegurado. La patria está en peligro, Dios está en solfa, la Iglesia pasa apuros, el Relativismo invade los escaños de los diputados y hasta en las escuelas de los pueblos de España se enseña a disentir con una asignatura endiablada que se llama Educación para al Ciudadanía.
Confieso que no sigo la escritura de Vidal salvo alguna accidental recaída a pie de stand de libros (y libros suyos en las grandes superficies hay como mendigos en las puertas de las parroquias) pero que he tenido amplia oportunidad de bucear en la prosa de De Prada, al que reconozco un clásico sentido de la sintaxis, un estilo reconocible, pero en el que naufrago a fuerza de nadar contra corriente: llega un momento en que las brazadas me vacían de oxígeno los músculos y necesito que me rescaten. Nada que objetar: hay escritores (articulistas de periódico en este caso) más afínes a mis vicios lectores que también me aturden y me dejan k.o. a poco que eche un rato de sillón en sus páginas: Manuel Rivas o Manolo Saco. Los dos orbitan en planos lo suficientemente alejados de De Prada como para que el amable lector no saque conclusiones erróneas y me adscriba ya, sin mayores indagaciones, en un lado o en otro del espectro político (o moral o estético) del país.
La última aportación de Saco a su periódico evidencia de qué estoy hablando y pone a las claras la facilidad con la que algunos periodistas se exhiben y manifiestan, a voz en grito, sin ambages ni prudencias intelectuales, su ideario y su cruzada. Y conste que, puestos a perderme en algún cataclismo mediático, prefiero las soflamas enfebrecidas de Saco que las medievalistas y catecumenales de Vidal o de De Prada. Capítulo aparte, en este rápido repaso dominical de escritores de prensa que aparecen en mis sueños, merecen Arcadi Espada o Rafael Reig, amanuenses de sí mismos, cómo no, pero tan nutritivos y de prosa tan adictiva que todavía me cuesta, a pesar de ciertas discrepancias inevitablemente legítimas, no caer en el enredo de sus textos. Los dos figuran en mi listado de lecturas favoritas, en este Espejo. Buen Domingo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El fantoche del Domingo. De todos los Domingos y de los lunes y de los martes... Y el Carrefour está lleno de libros suyos como si fueran galletas de chocolate. Engorda mucho el Vidal éste, engorda muchooooo....
Tomás

Anónimo dijo...

Pues sí, barriga ahíta y bolsillo igualmente rebosante....aunque dudo, realmente dudo de su prolífera actividad, es bastante sospechoso que tenga tantos libros publicados AT THE SAME TIME junto a códigos da vinci, niños con pijamas rayados y demás material de saldo, toda la carnaza devorada con las neuronas en stand by. Aunque no dudo de su éxito en un país donde la primera edición del inefable producto editorial de Curry Valenzuela ha encontrado tantos adeptos que ha agotado existencias en varios centros...Si es que mala hierba...

Emilio Calvo de Mora dijo...

Tomás, por partida doble "today", engorda mucho, pero es fast food, ni siquiera fast food: es un sujeto de dudosa credibilidad literaria. No se entiende que escriba tanto, y tan mediocre, encima. No tendrá tiempo para vivir....
Material de saldo, sí...

EL INDIO JOHN dijo...

Nunca he entendido eso de criticar a un autor, si no se le lee, o no gusta, o no. No tiene sentido exponer los gustos sobre articulistas haciendo referencia a aquellos que no te gustan. De todas formas, me ha gustado el post, al menos como está escrito, me gusta el estilo.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Ambos están leídas, y no se trata de criticar al autor. De hecho De Prada lo he leído mucho (ABC, un par de novelas) pero son sus formas de pensar la que aquí paso por mi particular tamiz, el mío, ése. Los que te gustan, en el tema de articulistas, y los que no, pertenecen al mismo ampuloso saco y uno puede tirar de opinión. Ésta, obviamente, es la mía. Gracias, muchas por entrar a considerar lo escrito. Regrese.

EL INDIO JOHN dijo...

Precisamente, qué causalidad, dice creo que José María De Parda en Desgarrones y excéntricos, uno de sus libros sobre gente de la literatura algo rara y bohemia y acabada; que el odio, la animadiversión y demás zaracandajas son formas porcaces o bastardas, algo disfrazadas, de la admiración, eso dice ese tipo, yo no, eh?, que conste. Regresé.

EL INDIO JOHN dijo...

En cualquier caso: y ahora hablando en serio, que el anterior post era medio de coña, en general este blog, me parece excelente, de verdad lo digo. No abundan blogs como éste, de una calidad, estilo y exquisitez inusuales. Lo colgaré en mis Readers y le seguiremos leyendo.
Un cordial saludo

Anónimo dijo...

Socorro, que me come César Vidal vestido de ogro medieval... Argghhhhhhhhh

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.