22.11.08

When you're smiling, the whole world smiles with you....


















Si tuviera que elegir la canción que más ha zarandeado mi sensibilidad, sea esto lo que sea y entienda el amable lector lo que quiera entender, probablemente escogería The thrill is gone. Da igual qué versión. Hay suficientes como para llenar varios discos. Dispongo de uno (artesanalmente grabado, compilado con mimo infinito) en el que he ido colocando las distintas versiones disponibles hasta llenar los 80 minutos predeterminados. El blues no es The thriller is gone, lo sé. El verdadero blues es más áspero y provoca desgarros mayores, pero a mí me sigue pareciendo una de las canciones más hermosas del mundo, muy a pesar de que la letra informa de un amante al que la emoción lo ha abandonado. El blues es dolor y alrededor del dolor edifica su literatura. Ahora viene B.B. King y enseña los dientes y muestra la sonrisa en este puñado de fotos que evidencian que el blues es también gozo y plenitud, esplendor y júbilo, todas esas cosas que contribuyen a que seamos más felices. Este hombre ha contribuído a mi felicidad y merece altar en este modesto blog de tributos aleatorios, de caprichos sencillos, de vicios íntimos. Feliz noche de sábado.






4 comentarios:

Isabel Huete dijo...

Feliz madrugada de sábado con el hombre de la enorme sonrisa.
A mí también me hace feliz.
Besucos.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Hace feliz porque ama lo que hace y se nota cuando canta. Y parece que el bueno de B.B. es un ser melancólico, a lo leído, en su vida privada, uno de esos que no hablan en exceso y todo eso. Hasta toca para pagar deudas a sus ex-mujeres. Muchas, por cierto. Tocando, cantando, un auténtico genio.

Anónimo dijo...

Lucille sigue sonando bien pese a los años. Eso está bien, como la sonrisa del maestro de vida.

Anónimo dijo...

cuando sonríes el mundo sonríe contigo.... que maravilloso tema!!

pasé por este blog por casualidad y te saludo aunque sea una desconocida.

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.