25.11.21

 Todas las palabras fueron alguna vez un neologismo. Todos los besos son milagrosamente el beso novicio con el que se funda el temblor del amor. 

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Dispenso a mis sencillas alegrías la más alta consideración y constato, a poco que me centro, el frívolo estipendio de la razón con las que las pienso. 

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Ocupo de distracciones la tarde. pero ninguna más provechosa que la que me encuentra distraído, con esa ausencia trabajada con la que uno persuade a los demás para que no lo molesten más de la cuenta. 

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El hombre virtuoso es una anomalía moral. Lo que vaticina su empeño es terco desatino. Lo que aguarda si se le idolatra es el desencanto y el tedio. 

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Uno de los oficios del sueño es hacer del ágrafo un novelista de éxito. 

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La vida es una decantación sublime de la que bebemos a ciegas el exquisito elixir que ofrece.

1 comentario:

eli mendez dijo...

Maravillosas Emilio, pero adhiero con mas ganas a la tercera y a la ultima! jajaj
Demorada con las lecturas ya me pondré a tono.
abrazo grande y muy buen fin de semana!!!

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