Hay sillas de velatorios y de cine de verano. De iglesia muy pobre y de fiesta de barrio. Sillas de festejados directores de cine y de papas en su bóveda de santos. Las hay huérfanas de historia y ungidas de épica. De las sillas se tiene la certidumbre del uso y hay quien las prestigia con la pompa de la orfebrería. Cuando descubrí la foto en una de esas búsquedas caóticas que uno realiza cuando enciende el ordenador sin un propósito fijo, escuchaba a Clifford Brown. Así que una de ellas es suya. Asignada. Como si de verdad estuviese a punto de tocar Cherokee con Max Roach, versión que rivaliza con la del propio Charlie Parker, padre de la venturosa criatura. La silla de Clifford Brown. Las otras dos no tienen todavía dueño. ¿Miles Davis y Kenny Dorham?
8.10.21
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Feliz navidad
Feliz Navidad. Festejen la paz, la bondad, los abrazos y los besos. En todas partes, en todos los idiomas, en todos los credos. Yo, un hom...
-
A elegir, si hubiera que tomar uno, mi color sería el rojo, no habría manera de explicar por qué se descartó el azul o el negro o el r...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Celebrar la filosofía es festejar la propia vida y el gozo de cuestionarnos su existencia o gozo el de pensar los porqués que la sustenta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario