13.11.08

Parezco un clon de John Lee Hooker...

Me debo un bourbon viendo una de John Ford
un cuento de Carver para una noche muy fría de sábado en casa
un solo de Charlie Parker mientras paseo las calles de Lucena
un verano en Fuengirola antes de que los hijos crezcan y no quieran perderse en el paseo marítimo a la bendita caída de la tarde
un soneto escrito sin prisa con asunto galante
un garbeo de arrobo semántico con la prosa juguetona de Lewis Carroll
un helado de stracciatella y un café irlandés
una conversación larga y filosófica con Antonio Sánchez
unos caracoles en La Parra en Priego de Córdoba
más Borges.
tiempo para empezar la novela que llevo años madurando de noche cuando concilio el sueño
un libro de poemas como Dios manda y no el batiburrillo sin forma en que se está convirtiendo el disco duro privado
visitar Úbeda y Baeza otra vez para disfrutar de los míos sintiendo el aliento de la perfección en cada calle
una dieta estricta para rebajar grasa y ganar las formas apolíneas que no merezco
un concierto de jazz en vivo, que hace demasiado tiempo que no lo cato
una cerveza con Antonio Merino y Chus en Granada
un regreso a Ubrique y contarles a Diego, a María Antonio y a Fernando la razón por la que los tengo tan desatendidos más Borges
un verano en Fuengirola
Carroll
un soneto
Antonio
llevarle a Juan Luengo un ejemplar de mi libro para que lo guarde en casa y no se olvide de este alumno suyo que lo admira y aprecia muchísimo
volver a sentir la presencia física del barrio de la Judería en Córdoba cuando la primavera revienta las macetas de júbilo y las placitas se aturden de belleza y de alegría sencilla como un aljibe de limpia agua
ver de nuevo Pulp fiction
una de tortilla en Santos
una sesión barroca de Lezama Lima
un sesión de nostalgia blusera con Antonio Linares
descanso
Hitchcock
Lovecraft
James Mason y Nabokov en dos horas de derribo moral y perversión doméstica
actualizar mi inglés
volver a escuchar Stormy weather en la impagable versión de la Pasadena Roof Orchestra en las mismas condiciones en que la escuché la última vez
darle a mi padre un disco que me pidió hace años
Córdoba, a la que dejé hace veinte años y a la que vuelvo constantemente, aunque siempre con las prisas propias de mi oficio de extranjero
un viaje a Londres y visitar la Virgin para saquear la cuenta corriente a base de bien
ponerle a mis alumnos este año esa preciosidad llamada La princesa prometida (llevo muchos haciéndolo y me faltan -espero- muchos más
más Borges
Judería
un bourbon
más blues
más jazz
actualizar mi Ipod, que lleva un mes con decenas de discos de Bill Evans y de Oscar Peterson
perderme en aquel disco de Freddie Hubbard de bebop desquiciado
un cuento de Navidad para la nueva Antártida de mi amigo Álex
regalarle a un par de amigos Mi Astronauta Zurdo
visitar Madrid sin tener que pisar Barajas
más blues
más cerveza
más whisky
(parezco un clon de John Lee Hooker....)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Más cerveza y más vodka, por favor. En eso te empato (por mucho que repatee a mis médicos) si no te gano. Y más Hitch y más Lovecraft, por favor, sí. Y la "Lolita" de Kubrick, que la supo entender mejor que el tipo que escribió la novela. Y "Pulp Fiction" (la volví a ver no hace mucho) y un cuento de Carver un sábado noche (eso ya lo he hecho) y un vaso de vodka (que no bourbon) viendo "Fort Apache". Secundo estos puntos, Emilio. El resto son cosa tuya.

Emilio Calvo de Mora dijo...

Iremos. Estaremos. Volveremos. Seremos. Escribiremos. Dormiremos. Soñaremos. Haremos, en fin, mi muy querido amigo, vida después de que la mente barrunte sus vicios en un post desquiciado como el estado en el que lo alunmbré... Deje ya el sofá, por favor. Vaya a la cama, hombre. (Esto es un apunt extra, fuera del post, que debe ser leído y tomado en cuenta)

Emilio Calvo de Mora dijo...

No soy yo de vodka, aún así...

Anónimo dijo...

Hey, te veo, hey, te veo. Estás en algunos sitios de la historia que cuentas. Yo por lo menos veo al Emilio que una vez conocí. Y me alegra muchísimo recordarlo. Muchísimo, sí, señor. En todo caso, disculpame, no me atrevo a secundar todo lo que dices. Es la responsabilida de la edad. Mucho vodka. Mucho ron. Mucho John Lee Hooker, tío, para mis pobres huesos.

Emilio Calvo de Mora dijo...

A quién debo el honor de la visita anónima y, sin embargo, tan cercana... ???

lukas dijo...

¿POr qué tanto alcohol, qué pasa, que no se puede disfrutar sin el alcohol de por medio? Más sobriedad, más buena comida y menos Córdoba, más Nueva York, más Florencia, más Cabrera INfante y más Anthony Braxton!

Anónimo dijo...

Eres blanco, muchacho. Y John bebía más que tú.

Anónimo dijo...

Leo con gusto tu página. Ya volveré. Además somos compatriotas de cuna... Jejeje!!!!
Saludos.

Un aforismo antes del almuerzo

 Leve tumulto el de la sangre, aunque dure una vida entera su tráfago invisible.