Cuando muere un poeta el mundo se entenebrece de cuajo, pero es fácil avivar la luz si se le lee. Eso hubiese querido Margarit. Ser leído. Que cunda la poesía. Que no se olvide al poeta. Ninguno muere si está en nuestra memoria.
Fotografía: Gilles Allen Taochy De un pájaro que se busca en un espejo y sostiene en esa mirada huidiza como de no saber entender qué est...
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