Vi hace tiempo un cisne en el estanque de la Casa de Cristal del Retiro tan a lo suyo, tan perfecto, que ha regresado a mi memoria con alguna frecuencia sin que no tenga manera de entender el porqué de esa insistencia. Intuyo alguna: creo entender que en realidad no era un cisne o lo que se me ha contado que es un cisne, sino una representación de algo de más difícil relato y que tiene que ver con la belleza o con la verdad o con el modo en que el tiempo obra en nosotros y nos hace caer en la cuenta de unas cosas y deshacernos de otras. Podré no tener los pormenores del día de ayer, pero guardo al cisne, tengo de él la imagen fluida y pura que bien tendrá que contener el canon de la belleza y por eso, sin que yo tenga manera de entender el porqué de su permanencia, me visita de cuando en cuando y me perturba con maravillosa elocuencia.
26.2.21
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