13.2.21

Dietario 44

 La poesía es un sueño dentro de un sueño de un dios caprichoso y rudimentario. El poeta es el espectador de esa función inconcebible.

Vasta, febril y honda, copula la luz con las horas.
  
Algunos grumos del poema siguen conduciendo a Dios.

Los años a lo que se inclinan es a negarme.

Solo quien cuida con afecto su cuerpo puede cultivar sin obstáculos su alma.

De todo hay tiempo en la vida. Hasta de morir a deshora.

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