Yo prefiero la palabra conchabar, que es de una fonética más íntima. Pues hay tanta gente conchabada que da miedo: miedo de verdad. No tendrán freno. Ganarán adeptos (Trump fue un veneno, un agitador, sigue siéndolo) y lograrán que entremos en la instituciones y derribemos los símbolos que las definen. Que se ponga coto a este desmán es (creo) cosa de todos. Hoy me he levantando pensando que la conspiración es una excelente recurso narrativo (espléndidas películas, magníficas novelas), pero es terrible si excede el territorio de la ficción y ocupa la realidad, la que niegan los que no creen en ella. Hay que creer en la realidad, a pesar de que a veces el sitio más confortable sea el de la ficción.
16.1.21
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Incertidumbre
Me pregunto qué hará Dios en lo más oscuro de la noche. Si abrazar la tiniebla es un oficio. Si el cielo, cuando irrumpe la luz, está li...
-
Con suerte habré muerto cuando el formato digital reemplace al tradicional de forma absoluta. Si en otros asuntos la tecnología abre caminos...
-
Hace algunos años o algunos cursos (los maestros confundimos esas dos medidas del tiempo), escribí este cuento para los alumnos de sexto d...
-
Tinto Brass , en cierto modo, es un viejo verde con una cámara: uno del tipo que cambia los Anales de Tácito o las Obras Completas de Giaco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario