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Leer (otra vez)
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6 comentarios:
Más allá de mi perdido amor por Liz Taylor, esta boca de Gene siempre despertó en mí la paradójica (y perturbadora) sensación de que el deseo puede ser tan carnoso como el filo de una navaja y tan cortante como unos labios fruncidos…
A mí Kin Novak me produce vértigo (previsible, ¿no?). Apuesto por ella. Al menos esta noche. Mañana no sé. Aunque has puesto el listón muy alto, mon ami.
A mí, como mujer, no me entusiasman las mismas cosas que a vosotros, comentaristas habituales de Emilio, pero aprecio la belleza sin más y me encantan las tres, la Taylor, la Novak y la Tierney. Un saludo. Mi favorita podría ser... ¿Veronica Lake? Es una belleza más agreste.
Ninguna de esas bellezas es la mía. La mía es más reciente. Kathleen Turner. Desde siempre. Incluso ya mayorcita. Un rostro perfecto. Mi Kathleen no me la toquen. Un saludo a todos los amigos del blog.
Mi apuesta es local: Charo López. Agreste, sí, inacabable, rotunda, telúrica.
Juan:
No es la boca o son los ojos. Es una impresión siempre tan subjetiva, tan íntima, tan poco manejable en frases. La Taylor me atrae, pero ha dejado una evidencia demasiado pesada de su vida privada. Prefiero, en estas mitologías que uno inventa, no saber, no entrar en la vida ajena, quedarme en los fotogramas. Cosas mías.
Miguel:
La noche que amamos a Kim Novak. Podría haber colocado su rostro perfecto (en Vertigo, por ejemplo) en lugar de la de Gene.
Ana:
Veronica Lake no fue nunca un icono de belleza. Quizá esas fotografías de la época, la afeaban, al peinarla de una forma que no ha resistido el paso del tiempo. Hermosa, sin duda, pero no entra en mis planes de belleza.
Tomás:
Kathleen Turner y Jessica Lange. Se podrían confundir. Han ganado con los años.
Paco:
Un hilo nuevo, Paco. Charo López es también su voz. Eso, a veces, perdermos cuando vemos a las actrices en otro idioma. Me encanta la voz de Lauren Bacall, otra belleza de antaño.
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